Las naves de mampostería de una antigua panificadora, en Manzanillo, son convertidas en polígono para la producción y venta a la población de materiales de construcción.
Con pequeño y rudimentario equipamiento, por ejemplo, molino de piedras, producirá áridos, bloques, mosaicos, balaustres y otros elementos necesarios en la edificación, reparación y conservación de viviendas.
Con él se potenciará en esa localidad el programa de producción local y venta de materiales de construcción iniciado en Cuba hace cuatro años, encaminado a incrementar y mejorar el fondo habitacional del país.
En la VIII evaluación nacional de la marcha en Granma del mencionado programa, realizada a principio de febrero de este año, el municipio de Manzanillo fue evaluado de bien, sin embargo, en cuanto a capacidades productivas, retrocedió.
Federico Hernández Hernández, primer secretario del Partido Comunista de Cuba en la provincia de Granma, visitó el polígono y observó la fabricación manual de bloques de hormigón, losas hexagonales, y de polvo de piedra en un pequeño –bastante ruidoso, por cierto- molino de piedra.
“Está naciendo –dijo- un complejo de producción de materiales de la construcción. Se escoge este escenario porque está bien ubicado y heredó una estructura de la panificadora que hacía todo el pan de Manzanillo.
“En él los interesados podrán comprar materiales de construcción a menor precio que los industriales. Me pareció una idea bien diseñada”.
Manzanillo, con más de 100 mil habitantes, es la segunda ciudad en importancia en la provincia de Granma.