Las mujeres granmenses que laboran en la agricultura registran un creciente protagonismo que va más allá de su incorporación.
Sus resultados son reconocidos por el abnegado y eficiente quehacer productivo y en cargos con poder de decisión en las juntas directivas, consejos de dirección y en los comités municipales y provincial de la Asociación nacional de agricultores Pequeños (Anap).
Trabajan en las cooperativas y otras unidades empresariales en las producciones ganaderas, cultivos varios, arroz, café, caña, tabaco, forestal y cría de ovinos-caprinos, conejos y otros animales del denominado ganado menor.
La presencia de las féminas, vinculadas a la principal rama económica de la provincia, experimentó un vuelco total en los últimos siete años con la entrega de tierra en usufructo por el Decreto Ley-259 y 300 y duplicó su membresía en la Anap.
En la Agricultura Urbana y Suburbana es insustituible su participación con el aporte en los 29 subprogramas, en particular en el referido a la producción de vegetales y condimentos frescos y al frente de las granjas urbanas, organopónicos, huertos intensivos, patios y como representantes de este movimiento en los Consejos Populares.
Los frutos están a la vista y forma parte del compromiso de inclusión femenina en el sector, encauzada por la Anap y la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).