Ni él ni sus ayudantes informaron a los reporteros sobre las noticias del día ni reaccionaron ante los líderes demócratas que acusaron a los republicanos de poner en peligro la respuesta a la pandemia al ‘negarse a aceptar la realidad’ sobre los resultados de las elecciones, agrega.
Trump aprovecha el poder de su oficina en un intento a largo plazo de mantenerse en el trabajo mientras ignora muchos de los deberes públicos que vienen con su cargo, puntualiza.
Según Norman Ornstein, un politólogo del conservador American Enterprise Institute que critica a Trump, ‘la idea de que va a prestar más atención a los detalles del gobierno es ridícula’.
Desde las elecciones del 3 de noviembre, el mandatario se dirigió a los reporteros en dos ocasiones, en ambas ocasiones alegando un fraude generalizado en el conteo de las boletas y prometiendo buscar desafíos legales en los estados indecisos.