Van con mochilas cargadas de sueños y alegría hacia la serranía del municipio de Buey Arriba. Son estudiantes y profesores de la Universidad de Granma, seguidores del gigante médico, que todos llamaban Che, y de las esencias de Cuba.
Nombran a su aventura Cruzada Guevariana y tendrán como centro de operaciones principal a La Pata de la Mesa, donde estuvo la Comandancia de aquel hombre con estrella iluminada, durante más de siete meses, a partir del 8 de diciembre de 1957.
En ese entonces, levantaron una panadería, armería, la imprenta del periódico El Cubano Libre, igual nombre que el creado en 1868 por iniciativa de Carlos Manuel de Céspedes, una escuelita, una cárcel, una tienda, un pequeño hospital y otras instalaciones.
Desde hoy y hasta el próximo domingo, su artillería de entusiasmo debe llegar a comunidades cercanas, como La Otilia y Pinar Quemado, donde intercambiarán con pobladores sobre sus vivencias en la última etapa de la lucha por la liberación del país, cuando barbudos de verde llenaban de esperanza a todo un país, desde esas montañas.
Según se filtró, gracias a la comunicadora Alina González Menéndez, una de sus armas más poderosas, cargamento muy preciado, es El Diario del Che en Bolivia, y lo entregarán a pioneros de la zona, para que profundicen sus conocimientos sobre la vida del Héroe.
Otra de las noticias que llega a nuestra Redacción es su homenaje a Raúl Castro y Juan Almeida Bosque, en ocasión del aniversario 58 de sus ascensos al grado de Comandante, realizado el 27 de febrero de 1958, quienes desde entonces fueron los jefes de las columnas seis y tres, respectivamente.
Además, está previsto el diálogo con dirigentes del Partido, la Unión de Jóvenes Comunistas y el Gobierno municipales.
Esta no es la primera de sus invasiones a ese sitio, “ni tampoco la última”, aseguran algunos. Durante estos días, conocen a nuevos amigos y se adentran en las extrañas de la nación, certeza de una cruzada joven con visión profunda