Un cuarto de siglo con Alas D’ Cuba

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Por Luis Carlos Frómeta Agüero | 24 noviembre, 2020 |
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Foto/ LIUBA MUESTELIER

Determinados estudiosos marcan los orígenes del teatro cubano en un tipo de espectáculo lúdico, denominado areitos, mezcla de danza, canto, música y pantomima, a través de los cuales los aborígenes narraban historias cotidianas de la vida.

Similar tendencia asumió Alas D’ Cuba con el estreno en 1996, de Las rosas de María Fonseca, tragicomedia del dramaturgo cubano Ricardo Muñoz Caravaca, que narra la vida de una prostituta de renombre que, en su lecho de muerte, decide publicar sus memorias y hacer del fallecimiento un hecho histórico.

La obra signó el despegue escénico de aquel grupo fundado y dirigido un año antes por Fernando Muñoz Carrazana, el actual líder.

Durante este cuarto de siglo, la virtud de su producción artística radica en lograr un teatro más abierto, vanguardista, arriesgado y comprometido con el público, como lo demuestran las obras: El sueño inmóvil, Canto subterráneo y Cintas de Seda, Premio Nacional de Dramaturgia José Jacinto Milanés 2006.

La reanimación periódica del repertorio y la expresión corporal de los actores, no cambió el rumbo de su travesía, aparecieron entonces Yepeto, Camino a la semilla, Falsa alarma, de Virgilio Piñera y otros textos de variadas problemáticas y conflictos sociales que arribaron a escena aún en momentos de difícil desembolso económico.

Su dramaturgia textual y escénica denota renovadora intencionalidad en cada una de las propuestas, también el rechazo permanente a la inactividad, el acomodamiento y la pereza en que suelen verse determinados grupos a lo largo y ancho de nuestro país.

La mejor estrategia de Alas D’ Cuba en 25 años, consiste en amar al teatro por encima de todo, colocar la creación colectiva en el centro de la diana y desvanecer ideas conservadoras que alejan la misión y visión por la que fue creado.

El teatro cubano contemporáneo necesita renovación constante, socializar la investigación especializada y la búsqueda escénica que propicie espectáculos cada vez más sugerentes y atractivos como lo expresan: Noria, Monólogo de la vagina y Retratos, las últimas propuestas.

Acudir a las bienales de Mayo Teatral, es un reto, y los juveniles actores lo asumen convencidos de que el referido evento constituye plaza favorita para teatreros nacionales y extranjeros, críticos y seguidores, que buscan el legado de un arte, diverso con energía positiva y transformadora para la región.

Alas D’ Cuba, se enorgullece por su dimensión institucional forjada durante dos décadas y media, por la huella dejada en los escenarios cubanos, por fomentar un arte diverso e inclusivo desde Granma y consignarse referente obligado en el Consejo Provincial de las Artes Escénicas, al que pertenecen.

Entonces, si las alas funcionan, vale la pena preservarlas.

 

 

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