Cuba, el año vencido y el por vencer

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Por Agencia Cubana de Noticias (ACN) | 28 diciembre, 2021 |
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FOTO/ Ismael Francisco Gonzalez Arceo

Año duro fue este que estamos despidiendo ya, con el recrudecido bloqueo imperial y el impacto de la pandemia, que exhibió entonces las cifras más altas de contagiados en los últimos casi dos calendarios, aunque ahora en los finales existe un control del virus que por ningún sentido debe conducirnos a fatales descuidos.

Tal comunión de sucesos conllevó a la actual situación económica compleja por la que atraviesa Cuba con afectación directa en los ingresos en divisas, lo cual ha incidido en un marcado déficit de ofertas, exacerbando la inflación que tanto afecta y oscurece cualquier avance.

Pero el fenómeno no es exclusivo de la Isla, sino que se observa a nivel global conforme sucede con la crisis económica internacional.  Fuentes oficiales aseguran que en 2022 se avanzará gradualmente en  su eliminación; no será fácil, pero tampoco imposible, aclararon.

Con su economía abierta, la mayor de las Antillas no escapa a las condiciones draconianas impuestas por el inamovible orden económico y financiero mundial, causales combinadas que han provocado un escenario en extremo difícil, que pasa por el incremento exorbitante de los precios de las importaciones y los fletes; la disminución de los rendimientos agrícolas por falta de insumos y la escasez  de un grupo importante de productos vitales para la familia cubana.

Tenso en extremo este 2021 también fue testigo de la resistencia y la creatividad para salir adelante, por ejemplo, entre otras muchas acciones,  aparece la incorporación de nuevas medidas para dinamizar los procesos, como el fortalecimiento de la empresa estatal socialista.

En una argumentada explicación reciente, Alejandro Gil Fernández, vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, expuso que la nación vivió siete trimestres de contracción hasta que los últimos tres han sido de crecimiento.

La propia autorizada fuente abundó en que se cerrará diciembre con un alza estimada en el entorno del 2 por ciento del Producto Interno Bruto, índice que se  fija entonces para el año venidero en alrededor del 4 por ciento.

“Entre éxitos y tropiezos, agregó, 2022 llega a Cuba con un horizonte promisorio (…)”, cuando el Plan de  la Economía tiene, entre sus prioridades: avanzar en el proceso de estabilización macroeconómica; en la recuperación del papel del peso cubano y en la racionalidad de los precios de los productos y servicios, sobre todo los más sensibles para la población.

Del periodo que ahora cerramos quedan por destacar el papel de los científicos y la salud pública en el enfrentamiento al SARS-COV-2 y sus disimiles cepas, con el aporte de tres vacunas y dos candidatos vacunales; y el apoyo a todas las tareas de la inmensa mayoría de los cubanos, con un rol de avanzada a cargo de las nuevas generaciones.

El contexto interno ya lo hemos dicho ha sido brutal, incluidos los golpes blandos orquestados desde el exterior con la connivencia de un grupillo de títeres a sueldo en el patio, como también convulso se presentó el entorno foráneo con  amenazas a la paz, la seguridad internacional y el  entorno ecológico. La solidaridad y el sentido humano para con el resto del planeta aún se resiente cuando la lucha contra el nuevo coronavirus no tiene iguales resultados en todos los confines del orbe, a pesar de los constantes llamados de la OMS a la cooperación.

Cuando ya se va este mes de diciembre y estamos en medio de las festividades de cierre anual y por el advenimiento del aniversario 63 de la Revolución, nunca estaría de más un mensaje de aliento por el porvenir y más importante aún la alerta frente a la época de Omicron, ya presente en más de un centenar de naciones y que se extiende a un ritmo no observado en ninguna variante anterior.

Frente a tal situación y el peligro que conlleva, el Ministerio de Salud de Cuba aceleró en el menor tiempo posible el proceso de administración de las dosis de refuerzo anti-Covid-19, del cual fui testigo este fin de semana en mi barriada de 10 de Octubre, como también sucedió antes en Regla, Guanabacoa, San Miguel del Padrón, Habana del Este y Arroyo Naranjo.

Así las cosas queda claro- y hablando bien claro- ninguna medida higiénico-sanitaria está desmontada para seguir protegiéndonos los unos a los otros del virus, cuya contención depende también de la cautela con la cual festejemos. Siempre se supo que la nueva normalidad implicaba una convivencia con el indeseable coronavirus, por eso es irresponsable no cuidarse y hacer caso omiso a las evidencias científicas acerca de la nueva variante en circulación.

En esa misma cuerda se expresó muy enfáticamente, el presidente cubano, Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, en el Octavo Periodo de Sesiones de la lX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, cuando afirmo: “El año 2021 fue una gran escuela de lo que ya no podemos ni debemos seguir haciendo, y de lo que sí podemos y debemos hacer”.

Sería un craso error no escuchar estas señales y actuar en consonancia. Recuerdo cuando queríamos que terminara el 2020 con la esperanza de que el ejercicio inminente resultaría más placentero y ya ve lo que aconteció; pero el 2021 fue vencido y con el mismo ánimo ya esperamos los siguientes 12 meses, que nos deparan nuevas batallas, retos, victorias y la ansiada y necesaria recuperación. (Por Luz Marina Fornieles Sánchez, ACN)

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