Desde Cuba «expresamos la más enérgica condena a la nueva y criminal agresión del Ejército de Israel contra la población palestina en la Franja de Gaza», expresó mediante una declaración el director de Asuntos Bilaterales del Minrex, Emilio Lozada García.
El documento, publicado en la página web de la Cancillería cubana, hace referencia a la represión por la parte de Israel contra los palestinos que participaban este viernes en la llamada «Gran marcha del retorno», la mayor manifestación pacífica en la frontera con Gaza en varios años.
Declaración de @EmilioLozadaG: #Cuba???????? expresa la más enérgica condena a la nueva y criminal agresión del ejército de #Israel???????? contra el pueblo de #Palestina????????, una flagrante violación de la Carta de @UN y del Derecho Internacional Humanitario https://t.co/Rgb407DSMP pic.twitter.com/RKo0kXbb3E
— Cancillería de Cuba (@CubaMINREX) 3 de abril de 2018
De acuerdo con el directivo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (Minrex), este brutal hecho, que ha causado la muerte de 17 personas y ha dejado más de 1 400 heridos representa una grave y flagrante violación de la Carta de la ONU y del Derecho Internacional Humanitario.
Igualmente, lo ocurrido influye desde ya en la agudización de las tensiones existentes en la región, y aleja cada vez más cualquier esfuerzo destinado a retomar las conversaciones de paz entre Palestina e Israel, afirmó Lozada.
Aunque el suceso ha sido condenado por varias instancias a nivel global, la Isla realiza un llamado a la comunidad internacional en su conjunto, a exigir el cese de una vez por todas de la agresión por la parte israelí contra el pueblo palestino, y que pongan fin a sus políticas expansionistas y colonizadoras.
Por último, el Director de Asuntos Bilaterales del Minrex reitera el apoyo y solidaridad de Cuba al Gobierno y al pueblo de Palestina, así como nuestro apoyo a una solución justa y duradera para el conflicto palestino-israelí «sobre la base de dos Estados, que permita a los palestinos el derecho a la libre determinación y a disponer de un Estado independiente y soberano, con su capital en Jerusalén Oriental y con las fronteras previas a 1967».