Cuestión de respeto

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Por Orlando Fombellida Claro | 21 octubre, 2019 |
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Con el propósito de elaborar un potaje de esos que hacen sudar al consumirlo, compré frijoles colorados a un concurrente a un mercado agropecuario estatal, en Bayamo, y cometí la ingenuidad de preguntarle si eran buenos y creer su afirmativa respuesta.

Al verterlos en un paño para sacar las piedras pequeñas y porciones de vainas que pudieran tener entre ellos, se pudo apreciar que un gran número de granos se encontraban en mal estado por el ataque de insectos y larvas; además, los que estaban en buen estado eran tan duros que requirieron gastar casi la mitad de una balita de gas licuado petróleo para ablandarlos.

Del mismo vendedor adquirí cuatro aguacates verdes, dos nunca maduraron por haber sido cosechados antes de estar sazones y los otros, al pasar los días, mostraron las huellas y efectos de las caídas en duro suelo.

Aunque debía estar acostumbrado a las experiencias de ese tipo, pensé en algunos decretos y otros documentos regulatorios de normas de calidad y de protección a los consumidores, existentes en la Mayor de las Antillas, que en no pocos casos son olímpicamente desconocidos y violados.

FOTO/Tomada de InternetTambién que la celebración en nuestro país, durante todo octubre, del Mes de la Calidad, es justificación para en una especie de ejercicio académico preguntar qué es la calidad y al mismo tiempo rendir homenaje al Che, quien la definió de manera revolucionaria.

Investigadores aseguran que el concepto surgió en la antigüedad y hoy la satisfacción del cliente es uno de  sus ejes transversales o plataformas que la sostienen.

En una tesis de maestría, la colega y profesora universitaria Betty Rodríguez Carballosa sostiene que el Guerrillero Heroico concebía la calidad como una dualidad, es decir, elemento formador de conciencia y parte del desarrollo de la producción, comprometida con el deber social.

En un discurso pronunciado en la fábrica de galletas Albert Kuntz, en enero de 1962, el Che expresó: “la lucha por la calidad del producto es una lucha revolucionaria y de vanguardia, y nunca se equivoquen en pensar que por el hecho de ser revolucionario se puede dar al pueblo un producto de mala calidad, eso sería atentar contra la Revolución”.

El economista y escritor Orlando Borrego Díaz, quien combatió y laboró junto al Guerrillero Heroico,  contó a la investigadora venezolana María Cecilia Ochoa Meza que la definición “la calidad es el respeto al pueblo”,  el Che la pronunció  en reunión bimestral del Ministerio de Industrias.

En esa sesión de trabajo analizaba quejas sobre la mala calidad de algunos productos, de los cuales mostraba algunos a los directores de empresas donde habían sido fabricados y sentenció:

“La calidad es el respeto al pueblo, y esa calidad por la que todos nos debemos ocupar y preocupar, marca en el mundo de hoy en gran medida el curso del comercio y de las economías y las expectativas de los ciudadanos”.

Es un concepto revolucionario, hermoso y con total vigencia.

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  1. Muy buen artículo, pero yo le pregunto si revisaron el sello de los productos, por ejemplo productos importados y productos nacionales tales como detergentes, blanqueadores y otros que por cierto uno más económicos y otros hasta más de ocho CUC que se comercializan en las tiendas recaudadoras de divisa, son violados sus sellos y la medida del litro o la unidad de medida que posea el producto ( nunca es la que debe poseer) es decir menos de la medida o están con menos viscosidad que la que el proveedor posee en sus especificaciones. En fin Ud. le dice deme un producto sellado y le contestan todos vienen así, cosa que sabemos que no son ciertas. La pregunta es cuál es el control para proteger al cliente, es en los almacenes o en las propias tiendas comercializadoras, lo cierto es que están dañando a los clientes y de eso nadie se da cuenta, es la mayor falta de respecto al cliente y al proveedor, al pueblo trabajador y le resta calidad al producto.

  2. Saludos, interesante trabajo sobre la calidad como cuestión de respeto, pero creo es esencial que al abordar este fenómeno, como muchos otros seamos consecuentes con evaluar las causas de estas manifestaciones negativas en la mayoría de los servicios que recibimos en el día a día y lo otro que seamos sinceros en los criterios que emitimos pues nos hemos acostumbrado a decir que todo es bueno sin ser así y de pronto nos vemos atrapados periodistas en estas situaciones a las que hace referencia, la calidad es una asignatura pendiente en nuestro territorio, hace años que hablamos de la calidad del pan, hablamos de la calidad de los servicios, todos, y no hacemos un a evaluación crítica de cada cosa para determinar con certeza si lo que ofrecemos es de calidad, nos autocomplacemos con decir que trabajamos para el pueblo y ud. va a ese mercado o cualquier otro y pululan los carteles con frases de Fidel, el Che, Raúl y lo primero que irrespetamos es a esos grandes que nos señalaron un camino de indetificación de verdad con el pueblo, entonces periodista a usted le corresponde señalar con sentido crítico el lunar que ensombrece la obra para hacerla de verdad de rtespeto al pueblo.