La Habana, – El taekwondo cubano generó un campeón mundial en 2019, pero el deporte de las patadas voladoras quedó en deuda en la principal competición del año para el país.
Rafael Alba rompió pronósticos, derrotó a peleadores punteros en el escalafón mundial y se convirtió en bicampeón mundial, en la división de más de 80 kilogramos (kg).
Alba conquistó su segundo título del orbe el 19 de mayo último en Manchester, Reino Unido, seis años después de alzarse en Puebla, México.
El santiaguero venció en total en esta temporada 15 peleas y perdió en tres, dominó el clasificatorio a los Juegos Panamericanos de Lima, alcanzó bronce en el Open de República Dominicana y ganó el Open de México, en este último también se alzó José Ángel Cobas, de 80 kg.
En el certamen múltiple continental en la capital peruana, Alba no pudo cumplir con las expectativas y resultó subcampeón, la mejor posición en el taekwondo cubano en Lima.
A pesar de los discretos resultados en el más importante certamen del año para el movimiento deportivo de la mayor de las Antillas, el taekwondo mantuvo alta calidad en el país.
Jóvenes peleadores, que ya tienen resultados a nivel regional, coinciden actualmente con experimentadas figuras, con palmarés mundial y panamericano, en un deporte que puede aportar al medallero en las Olimpiadas de Tokio 2020.