Misael Enamorado Hernández es un boyarribense de 91 años que desde niño amaba ser arriero, y cuando logró conformar un arria de 10 mulos no dudó en ponerse al servicio de los rebeldes radicados en la Sierra Maestra.

Uno de los momentos más importante en su vida fue cuando conoció al Che en el año 1957 durante su estancia en El Hombrito. El encuentro fue gracias a su  pertenencia al movimiento 26 de julio, al cual ingresó mediante la intervención de Armando Olivés, quien lo reclutó para la causa conspiradora.

Con orgullo cuenta como se convirtió en el primer arriero involucrado en Buey Arriba en acciones revolucionarias: “Como desandaba toda la Sierra me encargaban para enviar mensajes, transportar mercancías, medicamentos, alimentos y otros útiles indispensables para los barbudos”.

Pero el momento más trascendental de su vida ocurrió cuando se le encomendó la misión de trasladar, todo el equipamiento y la planta de Radio Rebelde, desde Altos de Conrado hasta la Comandancia de La Plata.

“Nunca había visto una planta de radio y en el trayecto me acompañaron un gran grupo de insurgentes para custodiar lo que ya se había convertido en un gran medio de comunicación masiva, el cual contribuyó a esparcir la verdad desde la Sierra y combatir las mentiras divulgadas por los batistianos.

“Quienes me custodiaban eran muchos porque la emisora ya era un dolor de cabeza para la tiranía y además de interferirla querían localizarla para destruirla, porque su impacto ideológico era tremendo.

“Tuve el privilegio de conocer a Luis Orlando Rodríguez, quien fue el primer director, y a los locutores Orestes Valera y Ricardo Martínez.

“Sin embargo, lo que más recuerdo con agrado es al Che estableciendo comunicación con Camilo, al cual repetía varias veces: “¡Camilo, Camilo, aquí está el Che!”.

Enamorado Hernández tenía un receptor con el cual podía escucharla y con el tiempo supo que la planta radial además de transmitir sus programas servía para comunicar los frentes de combate. Además, tenía como característica que no se escuchaba en las cercanías porque estaba equipada para largas distancias.

Por su relación con el Che fue denunciado y perseguido y al no poder eliminarlo quisieron desestimularlo al  asesinar a algunos de sus familiares cercanos y compañeros: “Esas matanzas fueron sin dudas muy duras para mí, pero no me disuadieron de mi colaboración con los guerrilleros.

“En esos tiempos todos deseábamos el triunfo de la revolución, por lo cual hacía todo lo necesario para ayudar a la causa y eso me hacía feliz”.

“Cuando la emisora comenzó sus transmisiones en la Comandancia de La Plata pensaba cómo gracias a mi ayuda pudo salir al aire.  Allí vi a Fidel siempre al frente de la planta y yo la visitaba mucho a pesar de que era muy limitada la entrada de personal, porque me había convertido en alguien de confianza.

“Ahora escucho a la actual Radio Rebelde y al hacerlo recuerdo todo lo realizado para lograr consolidarla. Para mí fue una de las cosas más importantes ocurridas en la Sierra Maestra y en Cuba, por su importante labor en la comunicación y el esclarecimiento del pueblo”.