La comercialización de productos agrícolas hoy está afectada a partir de que  la provincia de Granma necesita de alrededor de tres mil toneladas mensualmente para cumplir los compromisos de venta a la población, el consumo social (hospitales, hogares de ancianos y maternos, seminternados y círculos infantiles)  y otros destinos.

Esmel Seyera Cedeño, director provincial de la Empresa de Acopio, dijo que la situación no es favorable, al existir un déficit de 800 toneladas en los volúmenes de producción, lo cual limita el abastecimiento en la red de mercados y placitas y satisfacer las necesidades de la población.

La prioridad en la distribución está en los Mercados Agropecuarios Estatales(MAE) en los 13 municipios, en vinculación directa a estas unidades de las bases productivas y su participación en las ferias del barrio los sábados y otros días de la semana.

Explicó la gestión que hace la entidad para trasladar productos desde otras provincias, variante que no resuelve el problema.

Seyera Cedeño admitió que la red de puntos de venta o placitas no tiene el mismo suministro que los MAE y las encuentra sin vianda; dificultad que se arrastra desde inicio de año por la falta de variedad en el surtido de algunos renglones como el boniato y la malanga.

Subrayó que las medidas adoptadas posibilitaran una recuperación con una discreta mejoría en el ratificado de la producción para el actual mes y presencia de plátano fruta, calabaza y maíz.

Aseguró que no se pierden productos en las zonas montañosas, creencia que perdura en el pueblo; más existe el transporte, combustible y centros de compra en la serranía para acopiarlo todo.

El director de la Empresa de Acopio refirió que el desabastecimiento es consecuencia de  incumplimientos en los contratos por las cooperativas con mayor peso las ubicadas en Yara, Jiguaní y Cauto Cristo y atribuyó entre otras causas a que no pudieron sembrar ni concretaron las cosechas y fueron pocos los casos en que se desvió la producción por el riguroso control ejercido por el sistema de la agricultura.

No obstante, a que tradicionalmente abril, mayo y junio han resultado meses difíciles en la comercialización de productos del agro; y que la intensa sequía y altas temperaturas ocasionaron daños en los cultivos, lo cierto es que la provincia no se preparó bien para enfrentar esta etapa como se hizo en años precedentes. Eso lo aprecian los consumidores a la hora de sentarse a la mesa.