Defienden economía en tierras de Realengo

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Por Luis Morales Blanco | 8 febrero, 2019 |
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FOTO/ Rafael Martínez

Cada amanecer  48  macheteros de la brigada Juan Manuel Márquez  en Campechuela aúnan mentes y esfuerzos para engrosar tongas de caña y convertirlas en azúcar.

Iván Guevara Espinosa es el  competente jefe de  la excelente brigada de “filos de mocha”, perteneciente a la unidad básica de producción cooperativa Realengo; quizás  la idoneidad le viene por  haber sido un cortador buenísimo o que  por salir  recientemente “del plantón de caña”   conoce al dedillo la tarea de derribar y acopiar los tallos dulces y olorosos y cómo elevar más la productividad.

Él ahora comanda a quienes  para el sustento de sus familias y del central Enidio Díaz Machado tienen en su haber ostentar por 14 años consecutivos la condición de derribar en cada zafra más de un millón de toneladas de caña.

Después del cafecito madrugador  y de un rápido desayuno, en ese pedacito de hogar que es la cocina móvil de  la brigada  los hombres parten al campo cercano, con la vista y la mente fijas en sobrecumplir los planes diarios,   la mejor manera de que su base productiva continúe entre las mejores de la actividad cañera en Granma.

Cada machetero debe picar dos toneladas diarias de la gramínea  ellos llegan a unas 100   de modo cotidiano, e incluso más, según manifiesta Iván los 10 mejores se estimulan semanalmente por la propia Ubpc.

No hay un biotipo expreso para ser un cortador experimentado y largo, el obrero   puede ser alto  o  bajo  delgado o  gordito o atlético la cosa es entregarse con pasión y la más depurada técnica; ello hace de esta dura tarea una obra de arte productiva por demás,  pues  la Ubpc Realengo debe entregar  28 mil toneladas de materia  prima  a los molinos del central de Ceiba Hueca, por eso nadie puede dormirse en los laureles para sobrecumplirlas.

“La atención a las personas en  zafra es sólida y constante e incluso en la casa no nos falta el plato fuerte suministrado por la propia base productiva (atención al hombre en zafra como se decía antes , es ya una expresión obsoleta por machista) pero la calidad de los aperos de corte y protección como mochas, guantes y limas  está por el suelo”, manifiestan Iván y algunos de los macheteros de pegada   como Luis Alexander Tamayo Osorioy José Tamayo Ramírez.

Ellos gustan de olfatear el olor dulce de la gramínea cuando la mocha hiere sus tallos,   Tamayo Ramírez quien participó  en 46 zafras del pueblo cuando la pubertad apenas le  despertaba sus instintos y ahora con 67 inviernos está contratado de nuevo por Realengo.

Iván mismo lleva 42 zafras y participó y le tiene gran apego a Realengo, esa base productiva donde todos son como familiares  y por poseer algo más de 100 hectáreas  sembradas de caña y a pesar de estar en tierras empobrecidas obtiene 54 toneladas por hectárea por eso no les será difícil concretar y sobrepasar  sus planes de entrega a la industria.

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  1. Cada machetero debe picar dos toneladas diarias de la gramínea ellos llegan a unas 100 de modo cotidiano, e incluso más, según manifiesta Iván los 10 mejores se estimulan semanalmente por la propia Ubpc.No hay un biotipo expreso para ser un cortador experimentado y largo, el obrero puede ser alto o bajo delgado o gordito o atlético la cosa es entregarse con pasión y la más depurada técnica; ello hace de esta dura tarea una obra de arte productiva por demás, pues la Ubpc Realengo debe entregar 28 mil toneladas de materia prima a los molinos del central de Ceiba Hueca, por eso nadie puede dormirse en los laureles para sobrecumplirlas.

  2. Un saludo especial a esos grandes hombres que dedican todo su tiempo en los campos a trabajar, es digno de admirar, la atención al hombre es muy importante, en sus manos están los progresos de la economía cubana, por eso tenemos que prestarles mayor atención.

  3. Digna labor la de estos 48 macheteros de la brigada Juan Manuel Márquez que cada amanecer aúnan mentes y esfuerzos para engrosar tongas de caña y convertirlas en azúcar.