Roma, – Factores de riesgo, terapia y vías de atención de la demencia, enfermedad que padecen un millón de personas en Italia, 600 mil de ellos con Alzheimer, ocupa hoy la atención de expertos en esta capital.
El evento deviene encuentro entre la comunidad científica y los ciudadanos que contribuyan a promover un nuevo enfoque de salud pública para enfrentar una enfermedad que afecta las vidas muchas personas y sus familias.
Annamaria Confaloni, investigadora del Departamento de Neurociencias, al frente de la jornada valoró que uno de los propósitos consiste en establecer una relación entre las generaciones en la lucha contra el estigma de la enfermedad.
Patología que, acotó, es considerada por todos los organismos nacionales e internacionales como una verdadera emergencia socio-sanitaria, con un enorme impacto económico y social. Durante todo el día se desarrollarán 12 stands temáticos con cinco cursos dedicados a los factores de riesgo, prevención, terapias, biotecnologías, servicios para los ciudadanos, juegos, entre otros.
Un mapa en línea de servicios de asistencia, identificación de factores de riesgo, estudios sobre biomarcadores de diagnóstico, más un proyecto para la detección de la enfermedad entre los inmigrantes, son algunas de las principales acciones del ISS.
Con esas herramientas aspira a fortalecer la prevención, diagnóstico, investigación y tratamiento de esos y otros trastornos cognitivos.
Acorde con datos del Observatorio Italiano de Demencia, publicados en www.iss.it, en este país además del elevado número de personas con esa patología, casi tres millones de individuos están involucrados directa o indirectamente en la asistencia familiares con ese mal, la mayoría de ellas mujeres.
Para Nicola Vanacore, coordinadora del Observatorio ISS financiado por el Ministerio de Salud, citada por la propia fuente, por primera vez, todos los centros y departamentos ofrecieron su apoyo para identificar los factores de riesgo relacionados con la aparición de la enfermedad.
Ello obedece, según dijo, a la certeza comprobada de que algunos de ellos están asociados a estilos de vida potencialmente modificables como el hábito de fumar, nutricional y la actividad física.