Aunque parezca increíble, el deporte en Granma acaba de vivir otro año colmado de buenos resultados y momentos memorables, incluso, algunos que quedarán para la historia del territorio y de toda Cuba.
Por eso, a la hora del recuento se torna obligado citar a la riocautense Ludia Montero Ramos, primera cubana en subir al podio en campeonatos del mundo de levantamiento de pesas, cuya última versión acogió Pattaya, en Tailandia.
Allí, la Montero consiguió sendas medallas de plata en los ejercicios de arranque y total; además, coqueteó con el bronce en el envión, entre las 18 contendientes que animaron la división de hasta 45 kilogramos.
La ciclista manzanillera Arlenis Sierra Cañadilla también robó titulares en el año que casi expira; ella confirmó un lugar en la élite de la ruta femenina, al terminar en el puesto 12 del certamen del orbe, que tuvo lugar en Yorkshire, Gran Bretaña.
Pero su maestría y calidad no solo fueron privativas de la urbe británica; en varias carreras del circuito mundial, al igual que en Lima, capital de Perú, demostró su talento para reinar en los Juegos Panamericanos, como sucedió ocho años antes en Guadalajara.
Sierra Cañadilla, capitana del club Astaná Women’s Team, fue la única granmense que se colgó el metal dorado en la justa múltiple del continente, donde los 26 atletas del territorio alcanzaron foja de siete preseas (1-1-5), dos menos que la edición anterior en Toronto 2015 (1-1-7).
Junto a Arlenis, que también terminó tercera en el ómnium de la pista, completaron la actuación de la embajada de casa el remero Eduardo González Montero (plata y bronce) y su homóloga bayamesa Rosana Serrano Fernández (bronce).
También conquistaron metales bronceados, la manzanillera Claudia Arjona Torres y la bayamesa Elaine Rojas Rodríguez, integrantes del conjunto de gimnasia rítmica, y la riocautense Liliamnis Rosabal Salazar y la campechuelera Gleynis Reyes González, miembros de la selección femenina de balonmano.
En cuanto a los Parapanamericanos, también se obtuvo un saldo inferior al de la urbe canadiense (5-1-1), con cinco metales, incluyendo dos áureos, igual número de platas y un bronce.
El nadador Lorenzo Pérez Escalona (1-2-0) volvió a encabezar la delegación de casa, aunque distante de los tres títulos en Toronto, al ceder ante el empuje del colombiano Nelson Crispín, su más enconado rival y verdugo en los 50 y 100 metros libres de la categoría S6.
De tal modo, el oriundo de Niquero solo saboreó el triunfo en los cuatro hectómetros; mientras la pesista bayamesa Leidy Rodríguez Rodríguez retuvo su reinado en la división de hasta 45 kilogramos y la taekwondoca jiguanisera (49 kg) ganaba bronce.
Y si la cita peruana dejó algunos sinsabores para el movimiento atlético del archipiélago y ratificó lo imprescindible de repensar la estrategia para recuperar posiciones en el área, en la provincia se respiran aires renovadores.
De hecho, los resultados en los Juegos nacionales escolares (JNE) y la Olimpiada juvenil (OJ) corroboraron el sostenido trabajo en esas categorías, a pesar de descender un escaño y alcanzar el cuarto general entre 16 delegaciones, en ambos casos.
Tremenda ubicación, al igual que el tercer lugar de la Copa Pioneros, a pesar de la deficiente estructura, señal inequívoca del talento existente entre la más joven generación de atletas y la fuerza técnica.
Igualmente, otros desempeños centraron la atención de la afición en el territorio, como el regreso a la cúspide del softbol femenino, para celebrar su décima quinta corona en clásicos domésticos y destronar a sus sempiternas contrarias de Villa Clara.
El fútbol sala también retornó a la cima en una lid acogida por Pinar del Río, mientras los Incansables -sin llegar al podio- conservaron un espacio en la vanguardia del balompié en el país.
Destaque asimismo para la luchadora bayamesa Yolanda Cordero Vargas, al agenciarse el primer lugar en el Nacional de primera categoría y aportando a la corona sin precedentes en el torneo por equipos femenino.
Sin duda, un destello entre las discretas actuaciones de las disciplinas de combate, como el boxeo que muestra la cara más pálida, luego del decepcionante papel en el reciente Playa Girón, que tuvo lugar en Camagüey.
A grandes rasgos, esos fueron los principales acontecimientos del deporte granmense en el último período, aunque sobresale la eliminación -por segunda temporada consecutiva- de los Alazanes en la 59 Serie nacional de béisbol.
Esa deuda deberán saldarla para la próxima campaña, en la que debe estrenarse una nueva estructura, al parecer bien acogida aquí por los seguidores de nuestro mayor pasatiempo.