La Habana- Con el fin de prevenir las enfermedades del corazón, que en 2015 volvieron a constituir en Cuba la primera causa de muerte, se realizan un grupo de acciones en el país, anunció el jefe del Grupo Nacional de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
En exclusiva con la Agencia Cubana de Noticias, el Doctor en Ciencias Juan Prohías explicó que desde 2012 las dolencias cardiovasculares, décadas atrás el primer motivo de deceso, habían sido antecedidas por el cáncer.
Recalcó el también director del Cardiocentro del hospital Hermanos Ameijeiras, en la capital, que se ha demostrado que la única forma de disminuir su incidencia, con la carga social de morbilidad y mortalidad, es mediante medidas preventivas.
Dijo que se llevan a cabo tareas para prevenir la cardiopatía isquémica, como la modificación del tabaquismo, la promoción de hábitos de vida saludables, la práctica de ejercicios físicos, mantener el control de la presión arterial, evitar la diabetes y el aumento de los lípidos.
En una población que envejece, esas acciones pueden repercutir en la menor ocurrencia de cardiopatía isquémica y también de cáncer, las dos principales causas de morbimortalidad en Cuba, y a su vez se recuperan recursos económicos que habría que invertir si estos pacientes se enferman, recalcó.
La estrategia adoptada por el MINSAP se instrumentará gradualmente en toda la nación: primero se debe establecer el riesgo cardiovascular en la población, y a partir de este análisis realizar acciones de forma individualizada que mejoren la calidad de vida y eviten la aparición de esas dolencias en un futuro, señaló.
Según estadísticas, la cardiopatía isquémica es una de las principales causas de muerte y de morbilidad en el país, y dentro de las dolencias cardiovasculares resulta la más frecuente a nivel mundial, alertó el catedrático.
Cuando se suman las enfermedades cerebrovasculares, las cuales tienen un origen, una morbilidad e incidencia muy relacionadas con las cardiovasculares, siempre han sido estas últimas, y por mucho tiempo, la principal causa de muerte en Cuba, enfatizó.
Para prevenir esta situación se deben efectuar acciones individualizadas a nivel intersectorial, que repercutan tanto en la cardiopatía isquémica como en las dolencias oncológicas, y que solamente resulta posible articularlas a partir de la prevención cardiovascular, reiteró.
Remarcó el doctor Prohías que el Médico de la Familia debe desempeñar en ello un rol preponderante porque está en contacto directo con la mayor cantidad de población, y es el más indicado para orientar a sus pacientes, brindarles seguimiento, monitorear las acciones y, por lo tanto, instrumentarlas.