Al referirse al acontecimiento, el ministro Alberto Bonisoli dijo que el hallazgo confirma la importancia del trabajo de protección e investigación del patrimonio del libro del país, en particular la colaboración con el mundo universitario y su sistema bibliotecario.
Para la directora general de Bibliotecas e Institutos Culturales del ministerio, Paola Passarelli, el descubrimiento es el fruto de diferentes sinergias capaces de utilizar los instrumentos del presente para encontrar las palabras y, en este caso, las notas del pasado.
La particularidad del documento es que se trata de una hoja entera todavía bien legible aunque fue untado con cola animal para adherirse al cartón, indica la nota del Mibac, según la cual para las primeras verificaciones fue contactado el musicólogo francés Dominique Gatté, quien confirmó se trata de una página de un antifonario.
El especialista galo en música medieval consideró que el fragmento hallado de un breviario en el cual se registraban las partes cantadas de la liturgia es posiblemente uno de los más antiguos disponibles hoy.