“Me lo comiera” ” Que lindo canta” ” Es un primor” son tres frases que escuché decir una tarde reciente de agosto en Dos Ríos cuando Lincom Jefferson interpreta “Esa presencia que alumbra” canción escrita por el bayamés Hugo Tamayo.

El pequeño que pronto cumplirá 7 años sube al escenario del círculo social sin miedos. Se desplaza como en su propio medio. Cierra los ojos al compás de  la emoción de los versos, según va alumbrándose su propio interior y sus manitas agarran con fuerza el micrófono y se elevan. Le acompañan las palmadas del auditorio, hay muchos niños y niñas, escolares y otros en brazos de sus madres que no pueden comprender la lágrima que se escapa del rostro sudoroso.

Es cierto que es un primor, y ” me lo comiera” sólo lo entienden los cubanos….están cantándole a Martí, desde la sinceridad de un niño, muy cerca donde el Héroe pasara a la inmortalidad en Dos Ríos. En el Círculo social de la comunidad hay más de cien personas entre niños, mujeres, jóvenes, campesinos, aplaudiendo, disfrutando la magia del arte.

La canción al Maestro es la segunda con inspiración en la obra del más universal de los cubanos que interpreta el pequeño Lincom. En 2019 grabó Somos felices aquí, de la autoría de Cándido Fabré llevada también al audiovisual.

Otras canciones, tejidas en versos cantará Lincom para animar a su generación, para incentivar el gusto por la lectura, la escuela, el conocimiento. Seguirá el pequeño gigante cautivando al público porque sabe hacerlo desde el sentimiento más íntimo.