Pocos se solidarizan con la paupérrima situación del medioambiente. La mayoría, mira de soslayo cuando de contaminación se trata, porque ciertamente es más cómodo arrojar basura y verter desechos al entorno, que ocuparse de dar destinos menos agresivos a estos. A bien pocos, les remuerde la conciencia; a la mayoría, ni les late.
Pero ese no es el caso de la joven Doctora en ciencias Sucel Noemí Alejandre Jiménez, Presidenta de la Cátedra de medio ambiente y desarrollo sostenible de la Universidad de Granma, quien ha sido capaz de liderar el Proyecto Costa viva y de despertar la conciencia dormida de muchos pobladores.
Fue por allá por el 2018 cuando se reactivó la catedra de medio ambiente con el proceso de integración de la Universidad de ciencias pedagógicas desde el antiguo Centro de educación ambiental y la Universidad de Granma. Ahí empezó la contienda. ¡Y qué contienda! Porque incidir por tres años consecutivos en un espacio geográfico para transformar las actitudes ambientales y la conducta ambiental en Manzanillo, donde tienen su inmediato radio de acción, no es cosa fácil.
Lidiar con el agotamiento, el compromiso escolar, la superación, la incultura, la incredulidad, el rechazo de la gente, la falta de solidaridad, compromiso….en fin, cuantos peros podamos sumar a la lista, no es fácil. Pero nada, que la voluntad de estos jóvenes está hecha a prueba de obstáculos.
“Crear es la palabra pase de esta generación…” (José Martí) Como jóvenes del Proyecto extensionista Costa Viva…
Publicado por Susel Noemí Alejandre en Miércoles, 24 de febrero de 2021
Precisamente por ello, por creer más en un mejor mañana que en el ayer, por sembrar esperanza donde quizás hubiera desolación, por salvar las comunidades vulnerables, por dar voz a la madre naturaleza y un voto de confianza a la Vida, es que estos jóvenes fueron acreedores, precisamente en esta categoría, del Premio Energy Globe Nacional 2020, el más prestigioso premio medioambiental a escala global y que se disputaron 187 países.
El Proyecto Costa Viva es el proyecto extensionista que radica en el campus Blas Roca Calderío de la Universidad de Granma, y el proyecto insigne de la Cátedra de medio ambiente, conformada por una comunidad universitaria dedicada fundamentalmente al trabajo desde la educación ambiental comunitaria en comunidades vulnerables de Manzanillo, uno de los municipios más vulnerables al cambio climático.
Y es que el Costa viva es energía en sí, energía para renovar, transformar el medio y mejorarlo. No solo crea líderes ambientales desde las carreras de Educación en la especialidad de Geografía y Biología, sino que se convierte en un extensionista de estas profesiones en su contexto geográfico.
Publicado por Susel Noemí Alejandre en Jueves, 24 de septiembre de 2020
Uno de sus mayores logros es haber incidido en las escuelas de la zona costera, en esos 700 metros costa adentro de los consejos populares uno, tres, cuatro, seis, de la Ciudad del Golfo. Allí, donde nadie llega, donde la conciencia ambiental dormía el sueño eterno del acomodamiento, la conveniencia y el olvido por el entorno.
Otros galardones hablan de la tenacidad de este equipo juvenil, andariego, quijotesco, entre ellos, el Premio al mérito científico en 2018, el Premio provincial de Medio Ambiente en 2019, y en ese mismo año, el Resultado de mayor aporte al medio ambiente. Este 2020 la casa de altos estudios la reconoció por el desempeño que la hizo acreedora del Energy Globe y cuenta además con publicaciones científicas en revistas indexadas de primero, segundo y tercer nivel, así como avales de diferentes organizaciones y administraciones central del Estado en Manzanillo.
El mérito de Costa viva, más allá de los premios que ha logrado, “es haber revertido un sin número de actividades en las comunidades que van desde un casa a casa ambiental para elevar la percepción de riesgo y las resiliencias de las comunidades costeras, así como el tratamiento metodológico a los temas ambientales a la luz del tercer perfeccionamiento educacional en las escuelas secundaria básica y primarias de Manzanillo, toda vez que esto repercute en mayor conciencia ambiental, mayor preparación para enfrentar las situaciones de desastres de carácter hidro meteorológico, mayor preparación y formación de capacidades ambientales, de líderes ambientalistas no solo en las zonas costeras, sino también en el sector empresarial, el consejo de la administración municipal y provincial.
“Es un proyecto que no solo se queda en el plano educativo, de formar sujetos pedagógicos, de cambio, sino que trasciende a otras fronteras como las visitas al barrio, las charlas educativas, la higienización de la zona costera y la promoción de actividades que se traducen en un medio ambiente más contextualizado con el desarrollo sostenible”, explicó Alejandre Jiménez.
Costa Viva nos recuerda cuánto puede lograrse con unión y perseverancia, que transformar el medio ambiente no es una quimera si ponemos el corazón y actuamos más con hechos, cosa de que la palabra no regrese vacía y que aunque el viento sople fuerte en contra, como dijera Walt Whitman, la poderosa obra continúa y tú puedes aportar una estrofa.