José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Partido Comunista de Cuba, significó en el central azucarero Roberto Ramírez, de Niquero, la importancia de hacer una zafra eficiente, con elevados rendimientos industriales lo cual permitirá contrarrestar efectos como el de la persistente sequía que afectada al archipiélago cubano.
El alto dirigente político sostuvo similares reuniones interactivas en los cinco centrales granmenses con la participaron de trabajadores industriales, cañeros y operadores de la maquinaria fabril y agrícola; las mismas propiciaron compromisos individuales y colectivos en pos de la esperada y necesaria eficacia agroindustrial.
En el central campechuelense Enidio Díaz, el segundo secretario del Partido Comunista de Cuba explicó que la entrega de recursos ha sido más puntual y copiosa que en años anteriores “por tanto la respuesta productiva debe estar en consonancia con ello, la productividad debe crecer”, apuntó.
“Queremos que estas reuniones no queden aquí sino que sean multiplicadas todas estas valoraciones, que lleguen a todos y nazca un compromiso mayor al habitual”, dijo.
Al valorar las diversas aristas de la zafra el vicepresidente de los consejos de Estado y de Ministros enunció que por un lado debe trabajarse la eficiencia, por otro el ahorro, por otro la puntualidad, y machacar hasta que las cosas salgan bien.
“La idea es que las cosas salgan bien, recalcó, para sobreponernos a los inconvenientes e imponderables como las lluvias pertinaces, para que todos veamos los resultados”.
La arrancada de la zafra por Enidio Díaz estuvo muy bien, con seis días de antelación y él solo pudo cumplir con la zafra chica, pese a las precipitaciones y consiguiente humedad, hoy muele al 79 por ciento acumulado.
El ingenio bayamés Arquímides Colina tuvo algunas interrupciones, al inicio por problemas operativos y la humedad en los campos; igualmente ocurrió en el central Bartolomé Masó del municipio homónimo, cuya principal incidencia es la inestabilidad en el voltaje eléctrico que ocasionó disparos en los turbo generadores; ambos ya estabilizan sus respectivas molidas, pero sigue la falta de abasto a los ingenios, por la terca humedad reinante.
Ya el riocautense Grito de Yara comenzó su molida la víspera y se espera estabilizarla en dependencia de que se sequen las superficies dedicadas al corte.
Queda pendiente el niquereño Roberto Ramírez que no empezará antes del 15 diciembre en curso cuando sus técnicos terminen el montaje del turbogenerador que sustituirá al dañado en la zafra pasada por un incendio de gran envergadura.
El plan técnico económico granmense prevé completar unas 140 mil toneladas de crudo lo cual constituiría un crecimiento del 18 por ciento con respecto al año precedente.