Manzanillo.- Yeris León y familia se decidieron por el hotel Guacanayabo, emblemática instalación turística de esta costera localidad de la oriental provincia cubana de Granma, para en días recientes festejar el cumpleaños de uno de sus tíos.

Doctora en medicina y especialista en Oncología, Yeris comenta que de un año a otro los cambios en las áreas de ese centro, perteneciente a la cadena Islazul Granma son evidentes y para bien: “Sí, queda por hacer, pero son evidentes las trasformaciones, por ejemplo, en las áreas de la piscina, los pasillos y jardines, las reparaciones en las habitaciones y avanzando en lobby.

“Las ofertas gastronómicas están buenas, y los trabajadores se distinguen por ser gentiles y ofrecer un excelente servicio a todos los clientes: los huéspedes y los que venimos al “pasa día”, comenta Yeris, residente en la ciudad de Santiago de Cuba.

Desde que el pasado 30 de junio abrió de manera oficial el verano 2018 en esa instalación, primera de su tipo construida por la Revolución en este oriental territorio, casi dos mil turistas naciones y extranjeros han pasado por las diferentes áreas de la instalación, con preferencias para la piscina, el snack bar, la parrillada y la sala de fiestas con música grabada y en vivo y actividades de recreación y humorísticas con garantía absoluta de cervezas, rones, refrescos, alimentos ligeros y comida.

El joven Iosmani Ferrer Escalona, director general del “Guacanayabo” comenta orgullo y feliz que la cifra significa un crecimiento del 3,5 % en comparación con igual período de 2017, aumentando además los turistas procedentes de Norteamérica y Alemania.

“Además crecen un 44 por ciento los cubanos que pagan directo nuestros servicios en la carpeta, y los ingresos al cierre del mes de julio se comportaron por encima de los 88 mil pesos en moneda libremente convertible.

“En la presente etapa estival le damos prominencia a los platos típicos cubanos y los cocteles y bebidas también de carácter nacional. Como  novedad ofrecemos el alquiler de espacios por grupos de familia, para que acudan a fiestas de aniversarios, de graduaciones o cualquier otro motivo, lo que ha tenido gran aceptación entre nuestros clientes.”

Ferrer Escalona congratula el protagonismo del colectivo y manifestó que, a partir de este primero de agosto, se reguló la entrada a la piscina solo para 80 personas, actividad que se garantiza todos los días por orden de llegada desde las diez de la mañana, en la carpeta de la instalación.

“Definimos ese número porque, por lo general, uno similar es la cantidad que permanece en nuestras habitaciones y también demandan esos espacios, con un poquito más de preferencia.

“Recabamos la disciplina de nuestros clientes y recordar que en los alrededores de la piscina no se puede beber en botellas de cristal o comer, por el riesgo que ello implica en la salud de las personas si caen esos objetos al fondo de la alberca”, concluyó el empresario.