El tuit  del presidente norteamericano  fue como un corrientazo: «Informé anoche a John Bolton que ya no se requieren sus servicios en la Casa Blanca. Tuve fuertes desacuerdos con muchas de sus sugerencias, así como otros en el Gobierno».

Eso fue en la cuenta oficial del mandatario en la socorrida red social, pero en un plano más íntimo la cosa podría haber quedado así: “John,

¡you are fired ¡ ” (¡Estás despedido!), el aludido corrió raudo a la red social para desmentirlo al afirmar  que “él había pedido renuncia”.

Y es que hasta el presidente yanqui se hartó de que  este personaje conocido por su agresividad y ser un tremendo pesa´o (hablando en plata cubana) siempre quisiera llevar   la supuesta diplomacia por los senderos  del belicismo, algo que le encanta  a este halcón, a este señor de la guerra con largo historial en estas lides, desde el gobierno de Bush padre y  que ahora acumula fracaso tras fracaso.

Lo cierto es que la noticia fue recibida con alegría y/o beneplácito por amigos y adversarios, los primeros cansados de que el bigotudo siempre quería salirse de la raya y hasta embarcar a su mandatario con  altisonantes “consejos”, este incluso lo cesó por creerse más papista que el papa, los segundos los antagonistas, porque  ven cierto respiro o un compás de espera.

Un dato curioso:  El colega Alfredo Brito “facebuqueó” la víspera: ¡¡¡Eeeeeehhhhhhh, entérense!!! ¡¡¡El asno pateó a John Bolton!!! Dice Trump que en una semana nombrará un nuevo Asesor de Seguridad Nacional. Pasarán por ahí montones de asesores porque a ese loco, ¡¿quién lo aguanta?!

A lo cual un airado admirador de la camarilla imperial, nacido en Bayamo, ripostó de una forma soez y descompuesta defendiendo a “su”  presidente y en el más claro estilo de John Bolton.

Trump  deja en el puesto de manera interina a su ex adjunto, Charles Kupperman. Por el momento, se desconoce quién será su sucesor, pero todo indica que salvo el personaje, todo seguirá por el mismo derrotero.