Enclavada en el valle del Cauto, la Empresa agropecuaria Roberto Estévez Ruz, de Cauto Cristo, adopta alternativas para preservar la masa vacuna ante los efectos de la intensa sequía que prevalece en Granma.
Una labor previsora con la limpieza de canales y lagunas permitió recolectar toda el agua posible en el 2014, junto al mantenimiento de las estaciones eléctricas de bombeo y de los molinos de vientos.
En áreas de la entidad, segunda mayor productora de carne vacuna del país, fueron construidos sistemas de micropresas y canales; lagunas y tranques que benefician con el abasto de agua al ganado, fundamentalmente.
Allí, aseguran algunos niveles del preciado líquido aprovechando los pozos y otras fuentes superficiales para paliar los daños que provocan los deprimidos afluentes de los ríos Cauto, Cautillo, Rioja y Salado.
Se suma la preocupación constante de sus trabajadores y directivos que contribuyen a la recuperación del rebaño. En la finca 24 de Febrero, en los Corojos de Pestán, de la Unidad empresarial de base (UEB) número uno, Camilo Cienfuegos, se aplican medidas especiales para atender a 159 ejemplares jóvenes, de los más de tres mil existentes.
“Aquí se les echa la hierba de manera permanente y, cuando no tenemos, una brigada sale a buscarla en zonas de Río Cauto. Además, les garantizamos sal, miel y agua, dijo Andrés Pichardo Fajardo, director de la UEB.
“Estos animales son atendidos, día y noche por el jefe de la finca, un obrero y el médico veterinario; pastan por la mañana en un área y después, en horario de almuerzo, reciben el suplemento de la autosuficiencia alimentaria, ya se ven los resultados al reducir las muertes”, puntualizó.
El técnico en Medicina Veterinaria, Ezequiel Herrero Solano, es testigo del desvelo del colectivo en el cuidado de los animales enfermos y desnutridos concentrados en el lugar, quien destacó que la tarea esencial descansa en el buen manejo, el tratamiento continuo y la comida a tiempo.
Mientras, la Estévez Ruz registra favorables indicadores económicos y productivos. Al cierre de los primeros cinco meses de este año, excedió en un 11 por ciento la producción mercantil, aportó utilidades y valor agregado bruto, con un incremento en la productividad y disminución en los costos.
Asimismo, sobrecumplió los planes de leche fresca de vaca, la venta contratada a la industria, los pesos promedio, nacimientos en vacuno, equino y búfalo, y en la inseminación artificial.
La entidad cuenta con una fuerza calificada que agrupa a 607 trabajadores en el sector estatal, de ellos 105 mujeres, con 65 profesionales y 116 técnicos, y otros 427 integrantes de las unidades básica de producción cooperativa.
Única de su tipo en Granma que desarrolla un programa de diversificación de la producción e incluye la pecuaria y los cultivos varios, con la ceba de ganado vacuno, añejos y toretes, comprados en otras entidades cubanas.
El colectivo garantiza, por gestión propia, más del 80 por ciento del alimento animal a partir de la caña, king grass y otros cultivos, para depender cada vez menos de la importación de pienso.