En las instituciones educacionales de Granma, provincia en la porción sur oeste de la región oriental de Cuba, se realizan 54 acciones tendientes a eliminar las condiciones que pueden servir de criaderos de mosquitos Aedes aegypti, agente transmisor del virus del zika, la fiebre amarilla, el dengue y la chikungunya.
En la actualidad la mayor amenaza es el virus del zika, del cual no se han reportado casos en Cuba, pero está presente en Brasil, Colombia, El Salvador, la Guayana Francesa, Martinica, Guatemala, Haití, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Surinam, Venezuela y Puerto Rico.
La alarma en cuanto al zika se centra en las madres embarazadas y sus fetos, a los cuales puede ocasionar microcefalia, o sea, bebés con cerebros pequeños y cabecitas deformadas, defectos neurológicos, convulsiones y un desarrollo intelectual deteriorado.
Pedro Rodríguez Zamora, asesor de Salud Escolar en la Dirección provincial de Salud, en Granma, destaca en ese sentido la preparación de los integrantes de estructuras de dirección a nivel de provincia, municipios, centros, estudiantes y trabajadores del sector educacional, para que tengan conocimientos sobre la enfermedad, vías de transmisión, y que el mensaje llegue hasta sus casas, a la comunidad.
Se inscribe en ese quehacer el fortalecimiento de las brigadas de autoinspección (mal llamadas autofocal), que no es más que el grupo docente, el cual tiene un profesor guía al frente, que responde porque en el área de su escuela no haya microvertederos, ni agua estancada, ni esté enyerbada.
Rodríguez Zamora añade que se realiza pesquisa activa en busca de casos febriles, divulgación de las medidas mediante correos de estudiantes, revisión de posibles lugares críticos, por ejemplo, sótanos, locales cerrados, oscuros, azoteas; jornadas masivas de higienización.
“Una acción está dirigida muy concretamente a garantizar mosquiteros en todos los centros educacionales internos, para alumnos y trabajadores. Todo esto es para mejorar los estilos de vida de educandos y trabajadores, que es la esencia del trabajo de salud escolar, en todos los programas”.
Líderes en la campaña son las más de 200 enfermeras que laboran en círculos infantiles y seminternados de educación primaria, y médicos que lo hacen en escuelas de Enseñanza Especial, en dicha localidad.
Según información suministrada por Leonardo Tamayo, director de Educación en Granma, la provincia inició el presente curso escolar, en septiembre último, con una matrícula de 134 mil 855 estudiantes; 18 mil 225 docentes y 37 mil trabajadores de apoyo a la docencia, quienes laboran en mil 37 instituciones.