Moscú, -Estados Unidos intenta con su más reciente paquete de sanciones sacar a Rusia del mercado gasífero europeo, mientras algunos políticos de ese país buscan resolver sus problemas con la rusofobia, indicó hoy el primer ministro Dmitri Medvedev.
Por ello, esperamos alcanzar acuerdos con Europa en la rama gasífera para poner en práctica proyectos mutuamente ventajosos, declaró Medvedev, en alusión a la construcción del gasoducto Torrente Norte-2, desde la orilla rusa, por el mar Báltico, hasta Alemania.
Lamentablemente, declaró en una conferencia con los principales medios de prensa nacionales, nuestros socios europeos también parecen hacerle el juego a Washington al exigir la aplicación de la llamada tercera directiva en el caso del mencionado gasoducto.
El documento obliga a Rusia a incluir entre los accionistas del proyecto a otras naciones europeas, de tal forma que no sea el accionista mayoritario, pese a que es el encargado de realizar la obra y luego suministrar el gas.
La leyenda de Europa es que Rusia de ninguna forma puede ser propietario monopolista del flujo de gas natural en la región, mientras Moscú destaca que, precisamente, el Torrente Norte-2 está llamado a reforzar la seguridad energética del viejo continente.
Medvedev también se refirió a la visión de su futuro como político, al considerar nula alguna posibilidad de presentarse como candidato en esta temporada electoral, es decir, para las presidenciales del próximo 18 de marzo.
El primer ministro declaró, sin embargo, que el gobernante partido Rusia Unida (RU) estaría dispuesto a ofrecer todo el apoyo necesario, en caso de que el presidente Vladimir Putin, estime necesario presentarse para un nuevo mandato.
Además, Putin debe decidir, en caso de un anuncio de su candidatura, si lo hace de forma individual o a nombre del RU. En ese caso contaría con todo el apoyo de nuestro partido, comentó el jefe de Gobierno, quien presidió este país entre 2008 y 2012.
Por el momento, el Kremlin y el propio mandatario ruso evitan confirmar si participará en las elecciones de 2018, aunque las encuestas le conceden casi un 70 por ciento de las intenciones de voto.
Tampoco constituye un delito tener un respaldo casi absoluto de la población, comentó Medvedev, en referencia al alto nivel de aceptación que posee el actual jefe de Estado ruso. Todo debe estar siempre en el marco de la Constitución, estimó.
El Primer Ministro reafirmó que su intención es continuar con su trabajo y mantenerse en Rusia, al parecer, en alusión a sus intenciones de dirigir el gabinete más allá de los comicios de 2018.