Naciones Unidas, – Estados Unidos confirmó hoy su decisión de oponerse al criterio de la comunidad internacional y votar contra una resolución que condena el bloqueo a Cuba, bajo la justificación de una supuesta solidaridad con el pueblo de la isla.
La embajadora norteamericana ante la ONU, Nikki Haley, menospreció este miércoles en la Asamblea General el criterio del resto de las naciones miembros del organismo que cada año rechazan esa política impuesta por Washington hace más de 55 años.
En este lugar Estados Unidos se ve sometido a toda índole de afirmaciones ridículas, expresó la diplomática, quien acusó al foro de hacer perder el tiempo a su país con el debate de este tema.
La representante de la administración de Donald Trump hizo alusión a presuntas violaciones de los derechos humanos para explicar el mantenimiento del cerco económico, comercial y financiero, causante de numerosos daños al pueblo que dijo apoyar en su discurso.
Trump, Haley y otros funcionarios de un país criticado por violaciones como el uso de la tortura, las detenciones arbitrarias o el asesinato de afronorteamericanos por policías, han usado la cuestión de los derechos humanos para justificar un bloqueo que tiene rechazo incluso dentro del propio Estados Unidos.
Según la embajadora, Washington no se dejará distraer y por eso votará en contra de la resolución que Cuba presenta cada año desde 1992 sobre la necesidad de poner fin a la política calificada de genocidio a nivel internacional.
‘No vamos a detener nuestra acción por el pueblo cubano’, afirmó la diplomática, quien ignoró así que la inmensa mayoría de los habitantes de la isla, de los estadounidenses e, incluso, de los cubanoamericanos, desean la eliminación del cerco y mejores nexos bilaterales.
Con su anuncio de este miércoles, Estados Unidos regresa a la postura mostrada tradicionalmente sobre este asunto, que solo se rompió el año pasado cuando la administración de Barack Obama (2009-2017) decidió abstenerse con respecto al documento cubano.
En esa ocasión, 191 de los países miembros de la ONU apoyaron la resolución, y solo este territorio e Israel se abstuvieron.
Pese a ese apoyo abrumador, Haley manifestó que la Asamblea General realiza cada año una farsa política en la votación contra el bloqueo, y agregó que no tienen miedo del aislamiento en el que constantemente se quedan con relación a este tema.
De acuerdo con la embajadora, muchos se preguntarán cómo puede haber un cambio de postura en solo 12 meses, pero indicó que ello se debe a la presencia de un nuevo presidente en la Casa Blanca.
Al mismo tiempo, afirmó que la Asamblea General no tiene autoridad para el levantamiento de esta política, algo que solo puede realizar el Congreso norteamericano, pero no mencionó el carácter extraterritorial de su aplicación, el cual afecta a muchos otros países interesados en intercambiar con la mayor de las Antillas.