El avispero está revuelto

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Por Yelandi Milanés Guardia | 20 noviembre, 2021 |
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Foto Ibrahín Sánchez Carrillo

Avanzan con paso lento entre lagunas, matojos y zonas complejas de superar. Sus rostros y cuerpos casi indefinidos por el enmascaramiento y el camuflaje, se valen de la imperceptibilidad para lanzarse sobre un enemigo, al cual por medio de técnicas de avance sobre el terreno pretenden sorprender y abatir.

Estas son algunas de las habilidades que entrenan como parte de su instrucción militar los combatientes de tropas especiales, quienes en estos días de adiestramiento defensivo han establecido campamento en el Centro de estudios de la Región Militar Granma, para poner a prueba sus conocimientos en un escenario lo más cercano a la realidad de una guerra.

Allí se entrenan en el combate cuerpo a cuerpo, infiltración secreta, superación de terrenos complicados, cumplimiento de riesgosas misiones, escalamiento y progresión por cuerdas. Todas estas actividades sustentadas en una ardua preparación física y psicológica que hagan honor a su nombre.

La importancia de este entrenamiento fue resaltada por el capitán Denis Montero Blanco, quien expresó que estas prácticas los ayudan a ejercitar las tropas en el enfrentamiento al adversario.

“No solo se entrenan en lo antes mencionado, pues también aprenden a usar los diferentes tipos de armamento, el empleo de los explosivos, las técnicas especiales y otros aprendizajes necesarios para ser integrales.

Foto Ibrahín Sánchez Carrillo

“La vida en campaña enseña al soldado a cómo obtener agua, alimentos y crear condiciones para su estancia en una zona determinada. Aprenden a tener nociones del terreno mediante su estudio y es importante que donde se emplacen se adapten al clima, practiquen la supervivencia por varios días sin abastecimiento logístico, y hasta conozcan las plantas medicinales que pueden emplear en un momento determinado”.

Este ejercicio también es importante para los oficiales, porque de esta forma se adiestran en el mando, y un ejemplo de ello es la primer teniente Geidis Palacios Liven, quien es un ejemplo de las mujeres herederas de la estirpe luchadora de Mariana Grajales y Celia Sánchez Manduley.

Ella refiere que constituye un orgullo pertenecer a las tropas especiales, pero a la vez es una responsabilidad que implica mucho esfuerzo, porque aunque sea una fémina debe estar a la altura de sus compañeros y subordinados, porque la mayoría son hombres y tiene que demostrarles que está lista en todos los aspectos, para que la respeten y sigan como jefa de pequeña unidad.

“Evidentemente la vida en campaña es compleja porque cuando acampamos debemos crear el área para dormir, que no tiene ninguna comodidad, además de la cocina, el espacio para el secado de la ropa, el área de baño y todas las necesarias para garantizar la estancia por unos días o meses.

“Aunque sé que es difícil, escogí ser militar para estar en la primera línea de combate”.

Foto Ibrahín Sánchez Carrillo

Sin dudas, las Fuerzas Armadas Revolucionarias cuentan con estos hombres y mujeres de élite, que en este día nacional de la defensa se entrenan para enfrentar a un rival bien armado y poderoso, de modo que si se atreviesen a atacarnos, se encuentren con unas avispas que no los dejaran materializar su anhelado pero frustrado sueño, pues ninguno saldrá ileso si cometen tamaña osadía.

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