Tras analizar datos sobre la mortalidad por cáncer de próstata, y después de revisar investigaciones anteriores, los científicos descubrieron que incluso un consumo bajo pero regular de esa sustancia aumenta el riesgo de contraer la enfermedad.
Los expertos reconocen que hasta ahora el consumo relativamente moderado de alcohol no se consideraba un factor peligroso, creyendo que solo su consumo excesivo provocaba cáncer de próstata.
Eso daba a los hombres una sensación falsa de seguridad, subrayan los científicos, que destacan que no se puede equiparar la salud de los abstemios y de los que beben poco, problema que arroja dudas sobre estudios anteriores.
Ahora los científicos advierten que cuando se trata del cáncer no hay dosis segura de alcohol que no aumente el riesgo de enfermedades de ese tipo.
En cualquier caso, los investigadores subrayan que aún no han comprendido completamente el modo en que el alcohol desencadena el crecimiento de tumores malignos en la próstata, por lo que se requieren estudios sucesivos.