El desafío de los nudos

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Por Leslie Anlly Estrada Guilarte y Sara Sariol Sosa | 22 julio, 2015 |
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Fábrica de Calzado de Manzanillo, CubaPor mucho tiempo, el universo empresarial cubano estuvo haciendo aquel reclamo: disponer de facultades para realizar nuevas actividades productivas y de servicios, que les permitieran multiplicar sus ingresos.

La respuesta llegó, también, con el proceso general de actualización del modelo económico nacional, en particular, con la aplicación de la Resolución No.134 de 2013, del Ministerio de Economía y Planificación,
mediante la cual las entidades pueden desatar los nudos que traban su gestión, a partir de flexibilizar sus objetos sociales.

De tal manera comenzó el avance hacia la materialización del lineamiento 13, de la Política Económica y Social del Partido y de la Revolución, que establece: “Se definirán claramente las facultades y los instrumentos financieros de las empresas, para dirigir la producción de bienes y servicios. Se hará más flexible su objeto social, para que estas puedan desplegar al máximo sus potencialidades, según lo normado”.

LOS NUDOS
Con esa oportunidad, los objetos sociales se despojarían de la rigidez que, por tanto tiempo, los acompañó, de la inflexibilidad que incidía en los ingresos de cualquier organización, y determinaba la subutilización de sus capacidades.

Uno de los tantos ejemplos en ese sentido, fue el del taller de reparaciones de una entidad, que no podía prestar servicio a empresas vinculadas a otro ministerio.

A ese y a otros múltiples obstáculos podría, con la 134, decírseles adiós, pues la dirección de la organización económica, después de priorizar su encargo estatal, puede decidir qué actividades secundarias, derivadas de la principal definida en su objeto social, es capaz realizar.

El aprovechamiento de desechos generados en el proceso productivo, el arrendamiento de locales y almacenes, la utilización del parqueo, las ventas del autoconsumo, y otras muchas, se incluyen entre las oportunidades a utilizar ahora por las entidades, en pro de mayor solvencia económica para estas y sus trabajadores.

EL DESAFÍO
¿Qué ha sucedido en nuestro entorno inmediato?
De acuerdo con información de Yordanis Ferriol Socarrás, director de Economía y Planificación en Granma, de las 84 entidades del territorio, solo cinco no han determinado nuevas actividades: la productora de acumuladores, prefabricado Granma, Acopio, agropecuaria José Nemesio Figueredo y la Empresa de la música y espectáculos artísticos.

En total, se han aprobado aquí 821, de las llamadas actividades secundarias, las cuales pueden generar en conjunto poco más de 16 millones de pesos.

Visto de esa manera, desde lo formal, parece que la provincia experimenta un buen despegue en la materialización de tal objetivo.
Sin embargo, no es así. Una discreta indagación por industrias granmenses demostró que todavía no hay una amplia disposición para servirse de este beneficio; varias entidades no han determinado qué otras labores realizar a partir de la optimización de sus recursos humanos; en algunas, el desempeño en las nuevas tareas es pobre, en tanto, otras prefieren vender los desechos productivos como materia prima, en lugar de convertirlos en bienes con mayor valor agregado y amplia demanda.

Determinadas instituciones han decidido actividades comunes para sus estructuras de base, cuando lo lógico es que cada unidad lo haga, de acuerdo con sus particularidades, incluido su entorno.

Ese mismo análisis específico ha faltado en los colectivos obreros para darles a estos la oportunidad de hacer propuestas; si así obraran, seguramente saldrían en cada debate múltiples y atinadas ideas y sugerencias, si tenemos en cuenta la riqueza intelectual y creadora de la masa de trabajadores.

Un elemento que prueba el formalismo que pudiera rondar este proceso, es el hecho manifestado por Ferriol Socarrás, en cuanto a que algunas entidades, cuando se les ha preguntado al respecto, no conocen qué nivel de ingresos les representan hoy las actividades secundarias aprobadas.

¿Es una cuestión de control, o realmente las actividades no rebasan el marco del papel? Valdría la pena evaluar ese cuestionamiento en cada lugar, y desatar, definitivamente, aquellos nudos subjetivos que atentan aún contra la voluntad nacional de dar un vuelco a nuestro entramado económico.

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