El Manchester United desaprovechó una ocasión de oro para arrebatarle la Champions League al City al caer 3-2 ante el West Ham en encuentro espectacular que sirvió como despedida al mítico Boleyn Ground. Pese a que un doblete de Martial llegó a ponerle 2-1 a favor el equipo de Van Gaal necesitará ahora ganar al Bournemouth y que los de Pellegrini pinchen contra el Swansea en la última jornada para poder finalizar en la cuarta posición. El West Ham, por su parte, recupera la sexta plaza y vuelve a depender de sí mismo para lograr una plaza en la próxima Europa League.

Una parte de afición Hammer empañó la señalada fecha en los prolegómenos del partido tras apedrear el autobús Red Devil. El bochornoso incidente y la mala gestión de la entrada al campo de los más de 30.000 hinchas que querían despedir Upton Park tras 112 años de historia obligó además a retrasar el encuentro 45 minutos.

Así, hubo que esperar hasta las 21:30 hora local para que Boleyn Ground celebrase su última fiesta antes de convertirse en una urbanización de pisos y de que el equipo del este de Londres se traslade a jugar al estadio olímpico. La afición, entonces sí, creó entonces una atmósfera inolvidable al más puro estilo inglés para impulsar a su equipo hacia una victoria que podría valerle una plaza en la próxima Europa League.

Sakho puso así a su equipo por delante el marcador apenas nueve minutos después del pitido inicial como culmen a un espectacular inicio de partido. Lanzini, convertido en extremo izquierdo, mandó el pase de la muerte hacia el punto de penalti y el delantero Hammer la mandó suave pero imparable hacia las redes de De Gea. El United, amedrentado por el público, ni las veía venir y dio gracias de seguir con vida a su portero en el minuto 20 tras detener un increíble mano a mano a Andy Carroll.

La única buena noticia para Van Gaal al descanso era el resultado y el técnico holandés trató de cambiar el panorama con la entrada de Carrick por Schneiderlin al campo. Su equipo encontró así el equilibrio perdido y apenas cinco minutos después Martial lo aprovechó para hacer el 1-1 tras asistencia de Juan Mata.

La afición del West Ham volvió a rugir y el equipo reaccionó a su son en busca de la victoria. Sakho tuvo el 2-1 a pase de Payet y Carroll mandó otro aviso a De Gea con un excelente cabezazo. Sin embargo, cuando más se mascaba el 2-1 de los locales, Martial dio otro zarpazo al contragolpe para remontar el encuentro y situar a su equipo manera temporal en la cuarta plaza de la Premier League.

La alegría Red, sin embargo, duro apenas lo que a otro francés le dio la gana. Payet se echó el West Ham a la espalda y con su guante sirvió a Antonio el empate en el minuto 76 y repitió cuatro más tarde para que Reid completase la remontada. Ni Upton Park ni el United, que solo tiró tres veces a puerta por 20 de su rival, merecía otro final. Guardiola seguro que está de acuerdo.