“Ay, ya están ahí para fumigar, y a esta hora, qué va, no voy ni a abrir la puerta”.
-Amiga, qué tienes, te ves fatal.
-Sí, me siento muy mal, tengo fiebre y dolor de cabeza y en el cuerpo, pero ni loca voy al médico, pues me ingresan de seguro.
Tal comportamiento es bastante común actualmente entre la población granmense, y denota la falta de responsabilidad individual de cada cual y la poca percepción del peligro, por lo cual se aprecian indisciplinas sociales en el saneamiento, no eliminación de los riesgos para la proliferación de criaderos de mosquitos en los interiores de las viviendas y abrir estas antes de los 45 minutos posteriores a la fumigación.
Desde hace bastante tiempo se enfrenta en la provincia de Granma un peligroso y perspicaz enemigo, el mosquito Aedes aegypti, trasmisor del Dengue, el Chicungunya, la Fiebre amarilla y el Zika, por tanto multiplicar el quehacer será la fórmula idónea para vencer el gran reto de no darle cabida al mencionado insecto.
El territorio durante años se ha mantenido en un cachumbambé con las cifras de focalidad del Aedes, por lo que está abocado a echar a andar con urgencia los motores para revertir la actual realidad y librarse de la amenaza.
Aunque no está entre las provincias de mayor problemática del país en tal sentido, sí se constata en noviembre la presencia del vector en siete municipios, resultando Bayamo el más complicado, con índices de infestación en cuatro de sus cinco áreas de salud, exceptuando a Mabay.
Durante los 11 meses transcurridos de 2018 reportan focalidad Bayamo, Guisa, Manzanillo, Pilón, Buey Arriba, Yara, Jiguaní, Cauto Cristo, Río Cauto y Bartolomé Masó, donde se encontró un foco después de 30 años sin tal afectación.
Son varias las acciones, totalmente gratuitas, que se desarrollan por parte de Salud Pública en estos momentos, como la creación de un puesto de mando provincial que evalúa todas las noches el cumplimientos de las acciones del día, cuadros administrativos apoyan en las manzanas de alto riesgo, y a nivel de áreas de salud se evalúa diariamente la situación entomo epidemiológica allí.
Figuran entre ellas también, un plan de aviso del cronograma del adulticida en el área del policlínico René Vallejo, de Bayamo, a cargo de la Dirección de Deportes; la divulgación de las medidas preventivas, audiencias sanitarias, tratamiento adulticida intra y extradomicialiario, con productos importados a alto precio, y pesquisa diaria con la fuerza propia del sector y apoyo de personal de organismos como Transporte, Comunales, Dione artesanía, Construcción, Porcino, Industria Alimentaria, Lácteo y Agropecuaria, entre otros.
Pero con ese gran esfuerzo estatal no basta, es necesario que todos nos sintamos parte de ese empeño, en centros laborales y de estudio, y en las comunidades, donde deberá promoverse, con la participación de los vecinos, la búsqueda de riesgos ambientales que provocan la proliferación de vector.
También es un imperativo, amén de las carencias y situaciones económicas actuales, encontrar fórmulas para eliminar los microvertederos y cúmulos de escombros, con ciclos cortos de recogida de desechos sólidos, y las obstrucciones de residuales, vertimientos y salideros de agua, y garantizar la chapea y canalización de zanjas.
Granma tiene como una fortaleza ser una de las provincias cubanas con mayor apoyo intersectorial, lo cual es un importante pilar en el enfrentamiento a todas las enfermedades donde está implícita la situación ambiental, social y vectorial, principalmente en las que se trasmiten por mosquitos.
Sistematicidad, entrega, “luz larga” al visualizar las debilidades, respeto por nuestra salud y nuestra vida, son indispensables para cerrar 2018 con la batalla ganada el mosquito Aedes Aegypti.