Bayamo-. La destacada trayectoria artística de Luís Rey Palmero (El Charro Negro) fue elogiada en esta ciudad hoy, cuando celebra su cumpleaños 79 años y sigue entre los cubanos que mejor cantan la música tradicional de México.
En visita al hogar del brillante intérprete de corridos y rancheras, Luís Carlos Frómeta, presidente de la filial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en la provincia de Granma, felicitó al también autor de piezas como El Naranjo y otras ampliamente difundidas.
Acompañado por Luís Millet, presidente de la Asociación de Músicos de la Uneac en el territorio, Frómeta afirmó que es un honor para Granma y los artistas tener en su tierra a un símbolo de la singular hermandad entre los pueblos cubano y mejicano.
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El Charro Negro contó que nació en la ciudad de Guantánamo, el 19 de agosto de 1937, y desde niño se enamoró de los pentagramas tradicionales de su patria y del país azteca.
En 1958, cuando era combatiente del Ejército Rebelde en una columna del Segundo Frente Oriental Frank País, alegraba las noches del campamento con corridos, rancheras, boleros, canciones y otras propuestas, añadió.
Precisó que su vida de artista profesional comenzó en 1959, tras el triunfo de la Revolución, e incluyó 11 años de residencia en La Habana y presentaciones en todos los municipios de la Isla.
En 1961 y 1976, dijo, estuvo en México, y lo recuerda como una experiencia extraordinaria, llena de emociones, reconocimientos y simpatía.
Entre los momentos inolvidables de su estancia en tierra azteca, mencionó la presentación en el teatro Santos Degollado, de la emblemática ciudad de Guadalajara.
El Charro Negro se autodefinió como un privilegiado de la naturaleza, porque a los 79 años de edad conserva intacta la voz y tiene enormes deseos de que se le contrate más para brindar su arte al pueblo, del cual nunca recibió un gesto de desagrado.
Le hubiera gustado, señaló, participar en alguna gala con motivo del cumpleaños 90 de Fidel Castro, a quien desearía ofrecerle coreografías y materiales audiovisuales acompañados por música mejicana dedicada a la revolución cubana.
Entre esos números destacó uno referido a la trayectoria de Fidel y el Ejército Rebelde, y otro que rinde homenaje al inolvidable Frank País.
Destacó que vive en Bayamo desde 1971, y una de las primeras felicitaciones este viernes la recibió desde la radiomesira provincial de Guantánamo, la cual divulga con frecuencia sus interpretaciones.
El artista subrayó que el gusto del pueblo cubano por la música mejicana no morirá nunca, y él se siente feliz cuando ve a su hijo menor, Luís Orlando Palmero Casanova, siguiéndole los pasos.