Con una tasa de mortalidad infantil de 3,3 fallecidos menores de un año por cada mil nacidos vivos, arriba la suroriental provincia cubana de Granma al día 25 del primer mes de 2018, cifra inferior en un deceso a la acumulada en igual etapa del año precedente.

Las principales causas de las muertes al nacer están relacionadas a malformaciones incompatibles con la vida, las afecciones congénitas y las infecciones, en tanto, sólo dos municipios aportan a tal resultado, Niquero, con una tasa de 23,8 y Bayamo con 5,7, los 11 restantes mantiene ese indicador en cero.

En la veintena de días transcurridos del nuevo año están en cero las tasas de mortalidad materna y preescolar, mientras la escolar es de cuatro y la de menores de cinco años de 3,3. Por su parte, el índice de bajo peso al nacer asciende a 7,1, superior a la media nacional que es de 5.

Aunque las cifras obtenidas en el territorio en 2017 en relación con el Programa Materno Infantil superan lo logrado en varios países con amplio desarrollo económico, no cumplen las expectativas previstas.

La mortalidad infantil, que incluye todas las defunciones en menores de un año entre los nacidos vivos durante 12 meses, es un indicador internacional que mide el estado de salud de la población, definido adicionalmente por la esperanza de vida, superior en Cuba a los 75 años.

Granma llegó al cierre del año precedente con 43 fallecidos menores de un año, para una tasa de 4,7 por mil nacidos vivos, cuando el propósito era 4 o menos.

En 2018 es imprescindible para revertir la situación, continuar dirigiendo las acciones a trabajar sobre los factores de riesgo y mantener con estabilidad y equilibrio la labor de especialistas, médicos, técnicos y personal paramédico con el apoyo de las organizaciones políticas y de masas en las áreas de salud.

Desde el triunfo de la Revolución se prodigaron ingentes esfuerzos en materia de salud pública, pero no es hasta 1970 que se crea el Programa infantil, al cual se incorpora en 1984 el seguimiento a la madre embarazada, convirtiéndose entonces en Programa Materno- Infantil, algo solo posible en Cuba.