Roma.- En 39 países se necesita hoy ayuda urgente para enfrentar la escasez de alimentos provocada por conflictos internos y fenómenos meteorológicos, informó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).En la más reciente edición de su informe sobre “Perspectivas de las cosechas y situación alimentaria”, la FAO señala que pese a una mejoría en la producción mundial de cereales y condiciones más favorables para los cultivos, las secuelas de la prolongada sequía harán que el hambre continúe haciendo estragos.

El documento advierte que al menos en África Austral, de enero a marzo del año próximo, las personas necesitadas de ayuda por total incapacidad para alimentarse se incrementarán de manera notable. En esa región las tasas de retraso de crecimiento infantil son significativas, particularmente en Madagascar, Malawi y Mozambique.

Entre las causas de las crisis alimentarias locales, el informe identifica un déficit agudo en la producción de alimentos, muy limitado acceso a ellos por bajos ingresos y elevados precios, interrupciones en redes de distribución, además de conflictos sociales y bélicos.

Señala también que la producción total de cereales en África bajó este año, pese a algunas mejoras subregionales, en especial en África occidental y en la región del Sahel, que va camino de lograr una producción de cereales récord.

De igual modo la producción de maíz en el Sur de África disminuyó de forma brusca, amenazando gravemente las condiciones de seguridad alimentaria.

Las malas cosechas llevaron a precios muy altos para el maíz, alimento esencial en Malawi, donde se espera que 6,5 millones de personas padezcan inseguridad alimentaria durante los próximos meses.

En 21 de los 39 países urgidos de ayuda externa para alimentarse existen conflictos y movimientos de refugiados que ejercen presiones como Camerún y Chad; además de otras naciones donde conflictos generalizados pueden llegar a desarticular los activos productivos como en la República Centroafricana y Sudán del Sur.

En Siria, donde la producción de trigo se estima en un 55 por ciento por debajo de su nivel anterior a la crisis, alrededor de 9,4 millones de personas necesitan ayuda alimentaria, según la FAO.