Enaltecer dos pasiones (+ fotos)

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Por Luis Morales Blanco | 16 febrero, 2018 |
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FOTO/ Rafael Martínez

Si empuña y  pulsa sus cuerdas  el violín se convierte en una extensión de las manos y la vocación  de Doris Dalia Caraballo Ayala, estudiante de Periodismo de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Holguín.

Lo supimos cuando ella y  sus camaradas Dayamis y Humberto decidieron asaltar al colectivo del periódico La Demajagua para honrar  el Día del amor y la amistad  al calor  de versos de Pablo Neruda y Mario Benedetti, mientras Fátima graficaba el momento.

Fiesta por el Día del Amor en el Periódico La Demajagua fotos de Rafael Martinez Arias

Publicado por Rafael Martínez Arias en Miércoles, 14 de febrero de 2018

A Doris se le descubre la fibra artística que también le llega por línea familiar y como ella misma confiesa es obra de muchas personas al igual que estos primeros andares por  el camino reporteril.

Recuerda como inigualable instructora a Ana Manuela Diéguez, conocida en Jiguaní  como Ana Nena, quien  la educó para el canto en la Casa de cultura local,  verdadera fragua de escritores y artistas.

La mentora fue puliendo la  bella voz hasta que al terminar la pubertad era la de una soprano ligera.

Asimismo el extinto profesor  de violín Manuel Cedeño (Manolito) quien aunque nacido al pie de la bayamesa Plaza del Himno ,  viajaba hasta  la Casa de cultura de la cuna de Calixto García  para adiestrar a Doris Dalia y otros jóvenes en el dificilísimo arte cultivado por Nicolo Paganini y el cubano Brindis de Salas, entre tantos renombrados cultores.

En duodécimo grado  realizó las pruebas para ingresar en Instituto Nacional de Arte (ISA) y aún cuando  las aprobó, razones personales le imposibilitaron cursar estudios allí.

Sorprende por la variedad  de su repertorio: desde fragmentos de ópera, como Tras el arcoíris (Over the rainbow) de Harold Arlen y Yip Harburg, e Historia de un amor, pero  le encanta explorar  en la obra de trovadores criollos que puede vocalizar y acompañarse con guitarra y violín… “música de viejos” como dicen algunos de sus contemporáneos “no, de todos los tiempos” les  aclara ella.

Damisela, de Ernesto Lecuona, fue la primera canción que interpretó con el registro de soprano y por tanto devino una suerte de estreno .

Una parte de la familia la apoya para el desarrollo  sus dotes como instrumentista,  y el resto lo hace con la carrera periodística; al terminar la Academia podrá decidirse por una de esas dos grandes pasiones.

La presente práctica pre profesional de prensa escrita en el rotativo provincial La Demajagua, parece un paso sólido en otro camino: liderar la página cultural de cualquier publicación digital o tradicional.

Le han dicho que tiene futuro.

El augurio es posible porque ama  de modo entrañable el arte y la cultura y afila sus armas para demostrarlo.

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