A partir del próximo curso escolar la nueva Eide Pedro Batista Fonseca y la Facultad de Cultura Física, de la suroriental provincia cubana de Granma, ambas en Bayamo, intercambiarán locales.
Lógico, no resultó fácil tomar esa decisión, como afirmó Oscar Arturo Nuevo Reyes, director provincial de Deportes, durante la reunión Inder-Upec realizada, la semana anterior, en Buey Arriba.
Como era de esperar hubo reacciones al cambio, sobre todo, en la Eide, cuya construcción fue una brillante idea del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en la que se han invertido más de 14 millones de pesos.
El Ministerio de Educación Superior ha trazado una nueva política: “Eso implica que la Universidad requiera del fortalecimiento de su infraestructura, para entregar a la sociedad un profesional más pertinente y comprometido”, explica el directivo.
“Granma no tuvo en su nacimiento una Universidad, aunque esta fue creciendo hasta convertirse en el centro donde, en estos momentos, se estudian carreras no solo con perfil agropecuario”, rememora Nuevo Reyes.
“La provincia tiene características diferentes, una universidad a 14 kilómetros de Bayamo, con su Facultad Pedagógica a 49 km, en Manzanillo, otra de Cultura Física, también en las afueras de la cabecera (en la carretera de Santiago de Cuba), y un campo universitario en la salida de Holguín, donde se levanta la sede central de la Universidad. En fin, una dispersión de más de 60 km, que pone al territorio en una situación muy compleja”.
De esa manera, Granma enfrentará la integración universitaria, que debe iniciar en septiembre. “Por lo tanto, no deben existir problemas logísticos para asumir ese reto. Es un proceso para una nueva Universidad, y ha sucedido en el resto de las provincias”, agregó Oscar Arturo.
El enroque, en término ajedrecístico (mover simultáneamente el rey y la torre del mismo bando), se torna necesario. Por tal razón, el 10 de este mes comenzarán las acciones constructivas en la Facultad de Cultura Física, para acondicionar la institución, que debe incluir la residencia estudiantil, la cocina-comedor, la creación de un bloque docente (con 12 aulas, tres laboratorios y ocho departamentos) y la reparación de las instalaciones deportivas.
Así, la nueva Eide, con una matrícula de 820 estudiantes, realizará su proceso docente y de entrenamiento, mientras la Universidad continuará con su proceso inversionista para seguir creciendo.
Pero algo debe quedar bien claro: “Si se concretan los proyectos constructivos, este cambio debe aportar beneficios, pues la Facultad cuenta con mayor número de instalaciones, entre las que se incluyen la piscina y el tabloncillo, que no existen en la nueva Eide”, argumentó Nuevo Reyes.