Ningún otro símbolo pudo ser mejor designado para la ocasión. Tras el toque de silencio, enrumbó hacia su puesto de honor, para presidir la última sesión de la Asamblea Provincial del Poder Popular (APPP) en Granma.
Fue precisamente ese símbolo: el acta de traspaso de funciones y actividades de la Organización Central del Estado a la Asamblea Provincial del Poder Popular, con fecha del 24 de diciembre de 1976, el que marcó el principio del recorrido de un órgano que, desde entonces y por 43 años, estuvo pendiente de cada aspiración de los granmenses, de cada programa para el progreso económico y social del territorio.
Ahora asistía, en sesión solemne, a lo que sería la antesala del traspaso de funciones de ese propio órgano que vio nacer, al gobierno provincial del Poder Popular, estructura que comenzará a regir próximamente, conformada por un Gobernador y un Consejo provincial.
Así fue dispuesto en la nueva Carta Magna de la nación, como resultado de las transformaciones en el Estado cubano, y que dan paso a nuevas formas de gobiernos locales, más eficientes en el nivel provincial, y más relevantes en el municipal.
MEMORIA
Las asambleas provinciales del Poder Popular, constituidas en las demarcaciones político-administrativas en que se divide el territorio nacional, devinieron los órganos superiores locales del poder del Estado, y, en consecuencia, fueron investidas de la más alta autoridad para el ejercicio de las funciones estatales en sus demarcaciones respectivas y para ello, dentro del marco de su competencia, y ajustándose a la ley, ejercieron el gobierno.
Vale recordar que, los órganos del Poder Popular se fundaron el 2 de diciembre de 1976, un hecho que materializó la confirmación de un sistema que buscaba la participación ciudadana.
La estructura quedó integrada por la Asamblea Nacional o Parlamento, así como las asambleas provinciales y municipales, acontecimiento que encontró como antecedentes los resultados de la experiencia aplicada en la provincia de Matanzas, territorio en el cual la población intervino en labores de administración de los gobiernos locales y en el intento de la búsqueda de soluciones a las inquietudes de los pobladores.
En ocasión de cumplirse los 40 años de constituidas las asambleas provinciales, Pedro García Lupiáñez, quien fuera elegido el 7 de noviembre de 1976 como primer presidente de ese órgano en Granma, destacó para este semanario, el trascendental papel desempeñado por esa estructura gubernamental en el progreso de la joven provincia.
“Los más de 10 años que estuve en ese órgano me hicieron más revolucionario, mejor ser humano, y de mayor compromiso; fue una etapa de mucho trabajo junto a valiosos compañeros; para mí, la más hermosa después del triunfo revolucionario, y creo que lo más importante de ese trabajo es la ligazón con las masas, el esfuerzo constante, saber que siempre te debes al pueblo”.
De aquel tiempo, La Demajagua, guarda en sus páginas, entre otras múltiples memorias, lo acontecido en la IV sesión ordinaria de la Asamblea Provincial del Poder Popular en Granma, a un año de haberse constituido, particularmente el informe de rendición de cuentas de su Comité Ejecutivo.
El documento detalla el esfuerzo por mejorar el funcionamiento de las primeras 20 comisiones de trabajo; el proceso de implantación del sistema de dirección y planificación de la economía y el de protección del medioambiente, asimismo, particularidades en la atención al proceso de rendición de cuentas de los delegados de circunscripción ante sus electores, efectuado del 16 al 30 de septiembre de ese año, y el cual arrojó cerca de tres mil planteamientos.
Expresan esos datos un proceso de evolución de gobierno, en consonancia con la dinámica de la vida del territorio, que exigió, tanto de las direcciones que tuvo la asamblea, como de sus delegados, una dedicación constante, incluso para enfrentarse a complejas situaciones y carencias de recursos, tras el derrumbe del campo socialista, sin renunciar al compromiso de responder a las aspiraciones del pueblo que los eligió.
Constituida el 25 de marzo de 2018, para su XII y último período de mandato, la APPP de Granma fue integrada por 83 delegados, de ellos 38 delegados de circunscripciones (45,78 por ciento).
Siete comisiones permanentes de trabajo, la auxiliaron en la realización de sus actividades, especialmente para ejercer el control y la fiscalización de las entidades administrativas.
Con un conocimiento directo de la vida de sus comunidades, los integrantes de esas comisiones aportaron a cada uno de los múltiples debates suscitados en cada sesión ordinaria y extraordinaria de la Asamblea, exámenes que alcanzaron a infinitas actividades y programas que deciden en el mejoramiento de la calidad de vida del pueblo.
Espacios continuos en esos análisis encontraron la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología, el desarrollo de la niñez y la juventud, la legalidad y el orden interior, la construcción, la vivienda, los servicios, las industrias, el Turismo, la producción de alimentos, la Salud Pública, el transporte, las comunicaciones…
La Asamblea contó con su Órgano de la Administración, el Consejo de la Administración Provincial, que con 25 miembros y de conjunto con las entidades administrativas, se creó con el propósito de satisfacer las necesidades económicas, de salud y otras de carácter asistencial, educacional, cultural, deportivo y recreativo.
COLOFÓN
En lo que fuera el 11 de enero su última sesión de trabajo, la APPP, como sus homólogas del país, cerró sus funciones con un análisis de las medidas emprendidas en pro del perfeccionamiento del Poder Popular.
Yanetsy Terry Gutiérrez, vicepresidenta del órgano de gobierno, destacó que, la necesidad de ese perfeccionamiento estuvo planteada desde los inicios, en un ejercicio de aprendizaje constante, cuyo principal referente fue la experiencia propia.
Precisó que tal objetivo, como programa integral, al cierre del 2019, impulsó más de dos mil acciones con el propósito de lograr un mejor funcionamiento de los 131 consejos populares, conseguir mayor participación popular en las reuniones del órgano, perfeccionar las acciones de fiscalización y control, avanzar en el tratamiento de las inquietudes de los electores, consolidar la imagen de los delegados de base y elevar su preparación para encauzar los programas de desarrollo en sus respectivas comunidades, entre otros objetivos.
RECONOCIMIENTOS
Al cierre de esta sesión, llegó el reconocimiento, desde la Asamblea Nacional, a los 83 últimos delegados de la APPP, y mediante ellos se hizo extensivo a los más de mil 300 representantes elegidos y miembros de estructuras auxiliares que laboraron a lo largo de los 12 mandatos de la institución, y los integrantes del Consejo de la Administración Provincial.
El agradecimiento a la entrega y dedicación en todos estos años, fue recogido en carta enviada por Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, y que fue leída en las sesiones solemnes desarrolladas en todas las provincias del país.
“Llegue nuestro reconocimiento a ustedes y a todos los que han cumplido la honrosa tarea de representar al pueblo como delegados a las asambleas provinciales durante estos años de intensa labor (…). Les ratificamos el reconocimiento, la confianza depositada por el pueblo al elegirlos, y la convicción de que: “la Revolución es la obra de todos, la Revolución es el sacrificio de todos, la Revolución es el ideal de todos y la Revolución será el fruto de todos”, como expresó nuestro Comandante en Jefe, destacó Lazo Hernández en su misiva.
EL GOBIERNO PROVINCIAL
El Gobierno provincial que sucederá a la APPP, de acuerdo con la nueva Constitución, funcionará en estrecha vinculación con el pueblo, conformado por un Gobernador y un Consejo Provincial.
Como representante del Estado, este Gobierno tiene la misión fundamental del desarrollo económico y social de su territorio, conforme a los objetivos generales del país, y actúa como coordinador entre las estructuras centrales del Estado y los municipios, para lo cual contribuye a la armonización de los intereses propios de la provincia y sus municipios.
Además, coadyuva al desarrollo de las actividades y al cumplimiento de los planes de las entidades establecidas en su territorio que no le estén subordinadas, y en el ejercicio de sus funciones y atribuciones no puede asumir ni interferir en las que, por la Constitución y las leyes, se les confieren a los órganos municipales del Poder Popular.
El Gobernador, que será elegido este sábado junto al Vicegobernador, para un período de cinco años, es el máximo responsable ejecutivo-administrativo en la provincia; de ahí que organice y dirija la Administración Provincial. Además, es responsable ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Consejo de Estado, el Consejo de Ministros y el Consejo Provincial, a los que les rinde cuenta e informa de su gestión.
Los gobernadores y vicegobernadores provinciales elegidos toman posesión de sus cargos ante el representante del Consejo de Estado designado al efecto, en la fecha fijada por este, dentro del término de los 21 días siguientes a su elección.
Una vez realizada en cada provincia la toma de posesión, se constituye el Consejo Provincial del Poder Popular.