Después de dos lustros sin estrenar, el Colectivo Teatral Granma, decano de las artes escénicas en la provincia, pone a consideración del público Trapos sucios, comedia escrita a cuatro manos por José López y Nolberto Reyes, destacado artista y director escénico, miembro de la Unión de escritores y Artistas de Cuba en Granma.

Con dos fines de semanas en cartelera aún no es mucho tiempo, pero ya Trapos sucios  da qué hablar en Bayamo. Aunque no se llenan las lunetas en la sala teatro 10 de octubre, lo que habla de la necesidad de intensificar aún más la promoción, empeño en el que tienen a partes iguales la agrupación, el aparato comunicativo del Consejo de las Artes Escénicas y la institución sede de las funciones.

Acudir una noche del fin de semana a la sala teatro 10 de octubre de la capital provincial nos reserva no solo una dosis de la risa necesaria para cargar energías, también la rememoración del pasado de la agrupación  con la exposición en homenaje a las más de tres décadas de fundado el Colectivo, decano de las tablas en la provincia.

Cultivadores del costumbrismo y el humor, el Colectivo Teatral revitaliza una de sus potencialidades, la de escribir sus propias obras, mucho más cercas de los auditorios regionales y capaces de reflejar realidades, propiciando válvulas de escapes a las preocupaciones cotidianas a través de la risa o la carcajada que ridiculiza cualquier mal propio, característica de los cubanos.

Aunque quizá falte pulir más las frases, ponerle mayor cuota de suspicacia, los conflictos que aparecen y sus entramados expresan no solo viejos argumentos dramatúrgicos, sino son capaces de contextualizarlos y amalgamarlos para tener como resultado un espectáculo atractivo que se pulirá con cada puesta.

Trapos sucios aborda el tema de la doble moral, a partir de la muerte de un hombre que oculta su verdadera identidad donde quiera que pasa. Los debates entre los sobrevivientes cercanos, acerca de la manera de homenajear al difunto y sus conductas personales, van representando el abanico de actitudes que a diario tropezamos.

La mayor fortaleza de la obra opino, radica en las interpretaciones de las actrices y el actor Nicolás Torres, Diana Tenrero en el papel de Josefa, Susana Céspedes encarnó a Petra, y la más joven Daliana Tamayo dió vida a Yalina, una adolescente eclipsada por las tecnologías de la comunicación y expresa el desapego generacional a sus mayores, un llamado de atención en la educación y formación de valores en nuestros hijos.

Yuliet Pérez completa el elenco, encarnando a la mujer engañada por una treta masculina sostenida por décadas a fuerza de promesas. Ellas, las cuatro mujeres, se debatieron en personajes bien matizados y aderezados con picaresca y emociones diversas, lo que les exigió despliegue de histrionismo.

Sonidos, luces, dirección de actores, diseños escenográficos completan la puesta, armonizando todos los apartados artísticos con coherencia. Trapos sucios ofrece un rato de sano esparcimiento en el que además de la risa no escapan el impulso a la reflexión, a mirarnos por dentro.

El Colectivo Teatral Granma es la primera agrupación de las artes escénicas del territorio, de sus formatos humorísticos ¨Ultrasonido¨ se obtuvo premio en el Festival Nacional Aquelarre y como homenaje a los méritos que acumula este colectivo, la jornada de humor Humoráculo se desarrolla desde hace cuatro años en cada noviembre en Granma.

Trapos sucios seguirá en escena, en la sala teatro 10 de octubre de Bayamo, viernes, sábado y domingo, con el fogueo de los venideros fines de semana, los actores se apropiarán cada vez más de sus personajes y se pulirán los detalles, lo que convertirá la obra, estoy segura, en una pieza que quedará como un logro en la memoria del público y la historia del Colectivo Teatral Granma.