Madrid-. Con el fallecimiento de dos hombres el fin de semana, España registró un fatídico récord de 12 muertes en el año en festejos taurinos, defendidos hoy por unos como tradición y criticados por otros por crueles.
La duodécima víctima mortal se registró cuando un hombre recibió una cornada en el corazón en Cuéllar (Segovia) en un encierro, como se conoce la costumbre de correr delante de toros, novillos o vaquillas, popular en muchos pueblos españoles.
Según estimados, desde el 2000 murieron en España 74 personas, entre ellas tres mujeres, en encierros y otras prácticas taurinas, muchas de ellas declaradas fiestas de interés turístico internacional, como la de Cúellar, que atrajo a 50 mil visitantes.
La cifra de decesos supera las de 2009, con 10 fallecidos, y 2012, con ocho, hasta ahora los años más trágicos de las fiestas, seguidos de 2010 y 2011 (siete en cada uno).
Además de las víctimas humanas, el año pasado se registró la muerte de siete mil 200 toros, aunque grupos protectores de animales y opuestos a esta tradición afirman que anualmente la cifra real es de unos 10 mil.
De otro lado, las prácticas -prohibidas en más de 80 municipios y provincias de Asturias, Andalucía, Canarias, y Cataluña- son defendidas como parte inseparable de la idiosincrasia española y fuente de ingresos y atracción turística en numerosas poblaciones.