La Doctora neonatóloga Georgina Vázquez González, pasa visita a la pequeña Angely Daniela. Su diminuto rostro hace una mueca que imita a una sonrisa, mientras mueve de uno a otro lado, lentamente, la cabeza cubierta por un copioso pelo oscuro y brilloso.
Angely Daniela Milanés Aguilar hace solo una semana llegó al mundo para alegrar la vida de su familia y en especial la de su progenitora Yuliet Aguilar Aguilar, residente en el municipio de Cauto Cristo, perteneciente a la suroriental provincia cubana de Granma.
“Mi bebita tiene bronconeumonía –dice la joven mamá-, pero por suerte y por la atención que recibe aquí evoluciona muy bien y ya pronto nos iremos de alta.
“En este hospital hay buen servicio, tanto por parte de las enfermeras como de los médicos, y se mantiene la limpieza”, concluye.
Angely Daniela es uno de los dos mil 921 niños nacidos vivos hasta el 22 de agosto del actual año, en la Maternidad del hospital provincial Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo.
El Doctor Alejandro Vireyes Pacheco, vicedirector materno infantil de la institución hospitalaria explica que allí un total de 102 médicos y 308 enfermeras, tienen a su cargo la atención a los pacientes de las 260 camas de dotación.
“Cuenta con las salas de puerperio fisiológico, paridas por cesáreas, ginecología, obstetricia fisiológica, obstetricia patológica, cuidados perinatales, prematuro cerrado donde se encuentra también la salita de Piel piel; prematuro abierto, que también incluye el Banco de leche humana; la de partos y salones de operaciones de obstetricia y un cuerpo de guardia, además el Departamento provincial d de Genética médica.
“Aquí se realizan consultas de pre y post operatorio de Ginecología, la de patología obstétrica, de pre ingreso para las gestantes al término del embarazo, la de Patología de cuello que radica en el Centro Médico ambulatorio al igual que las de atención a la pareja infértil y las especilizadas en el Centro de Genética.”
LOGROS Y ESPERANZAS
Para las féminas de los municipios de Bayamo, Río Cauto, Cauto Cristo, Buey Arriba y Guisa, y los casos patológicos de Jiguaní, es un privilegio poder contar con un centro de salud como este, que deviene esperanza de vida, por la profesionalidad de su colectivo y el alto valor humano que los distingue.
Entre los principales logros actuales se ubican tener una tasa de mortalidad infantil de 2,3 fallecidos menores de un año por cada mil nacidos vivos, y cero muertes maternas directas.
De acuerdo con la información suministrada por el Doctor Vireyes, se trabaja con un promedio de 398 partos mensuales, y unos cinco mil nacimientos al año.
“Este año, por ejemplo –asevera- se ha producido dos mil 956 nacimientos, de los cuales 141 fueron bajo peso, para un índice de 4,8. Otro indicador importante son las depresiones de los niños al nacer, y tenemos 17, con un índice de 0,6, muy por debajo de los propósitos nacionales.
“Igualmente se mide con mucho énfasis la mortalidad fetal, es decir, los niños que mueren dentro del vientre de la madre antes del nacimiento, y nuestra tasa es de 7,1, menor al propósito nacional, 8,5.
“Ha habido en el año 13 partos múltiples de mellizos, en noviembre debe producirse el primero trillizos.
“El 2015 fue el segundo mejor año con respecto a la mortalidad infantil, con una tasa de 1,8; el primero fue en 2010. Es ahora una meta nuestra igualar o superar esa cifra, y para ello contamos con médicos y enfermeras con alta categoría docente y científica.”
NECESIDADES
Los inconvenientes con la red hidrosanitaria son paliados desde 2015, cuando se inicio un nuevo mantenimiento que también abarca pintura y otros detalles constructivos.
De acuerdo con lo informado por el Doctor Vireyes, ahora los afecta la climatización, por tratarse de equipos viejos que no funcionan como se precisa.
“La capacidad en cama, -dice el galeno- es el mayor problema en estos momentos, pues cuando fue concebida esta maternidad se hacían menos partos, ahora asumimos muchísimos más, por tanto hay hacinamiento, lo cual conspira contra el buen desarrollo del servicio.”
Las sugerencias están centradas en que los familiares solo asistan al hospital el día y en el horario de visitas, para evitar conglomeración de personas en las salas, sobre todo por la favorable evolución de los recién nacidos.
Además, en la total eliminación de las indisciplinas de algunas pacientes, que se fugan del hospital y ya ha habido consecuencias negativas por esa causa.
NUEVA VIDA
Allí, muchos llantos se escuchan cada día, pero no son de dolor o tristezas, son por la llegada al mundo de nuevas vidas, esas que tendrán en sus manos el futuro, y hoy llenan de gozo a quienes les rodean.