WASHINGTON,-Un grupo de 29 representantes demócratas de la Cámara dijo el martes que la pandemia del coronavirus muestra que Estados Unidos necesita «más pruebas, no más bombas», y exigieron que el liderazgo del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Administración recortara el gasto del Pentágono en la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA, por sus siglas en inglés) de este año.
La demanda de los demócratas viene en una carta encabezada por el copresidente del Caucus Progresista del Congreso (CPC), el representante Mark Pocan (Wisconsin) y la representante Barbara Lee (California). Entre los otros 27 firmantes se encuentran los legisladores que componen el llamado «Squad»: Alejandría Ocasio-Cortez (Nueva York), Ilhan Omar (Minnesota), Ayanna Pressley (Massachusetts) y Rashida Tlaib (Michigan).
«Año tras año, el presupuesto del Pentágono se ha inflado a niveles históricos mientras que las necesidades vitales de la gente cotidiana no se satisfacen», dijo la representante Lee en un comunicado citado por Common Dreams.
«La pandemia de COVID-19 ha puesto al desnudo cómo Estados Unidos no ha logrado que sus presupuestos reflejen las cotidianas necesidades reales de nuestras familias. Ya hace mucho tiempo que abordamos nuestro abultado presupuesto militar y reorientamos los recursos hacia las políticas y programas que más importan para mantenernos saludables y seguros».
Autorizar un menor gasto de «defensa» en la legislación anual daría más capacidad de gasto para contener a la COVID-19, escribieron los legisladores en la carta donde exponen que «solo en los últimos tres años, durante una época de relativa paz, hemos aumentado el gasto anual en defensa en más de 100 000 millones de dólares, casi un 20 por ciento».
Argumentan los representantes demócratas que «esto ha ocurrido durante un período sin ninguna acción militar autorizada por este Congreso».
La misiva señala que en este momento el mayor adversario de Estados Unidos es el coronavirus, que «ha matado a más de 90 000 estadounidenses, superando con creces el número de víctimas durante la guerra de Vietnam».
Subrayan, además, que deben seguir centrados «en combatir el coronavirus y no en aumentar el gasto militar que ya supera a las próximas diez naciones más cercanas combinadas (China, India, Rusia, Arabia Saudita, Francia, Alemania, Reino Unido, Japón, Corea del Sur y Brasil)».
La demanda de los legisladores concluye que «Estados Unidos necesita una cura para el coronavirus, no más guerra. Necesitamos más pruebas, no más bombas, con el fin de reabrir nuestra nación de una manera segura», a lo que añaden que los esfuerzos deben centrarse en invertir en millones de pruebas adicionales para detectar a personas enfermas de la Covid-19, cubrir los costos de tratamiento, desarrollar terapias y distribuir futuras vacunas.
Common Dreams informó que la carta fue respaldada por más de una docena de grupos progresistas, incluyendo Codepink, Indivisible, y Peace Action.
The Hill, la publicación especializada en los asuntos del Congreso de EE. UU., comentó que la retención del apoyo de estos 29 demócratas a la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) «podría complicar los esfuerzos para aprobar el proyecto de ley en la Cámara de Representantes a finales de este año si los republicanos votaran en contra».
En 2019, tras negociaciones con el Senado —controlado por los republicanos—, una versión transaccional de la NDAA eliminó varias prioridades introducidas por los llamados progresistas, quienes votaron en contra de ella.
Analistas del presupuesto de defensa han pronosticado recortes una vez que la pandemia del coronavirus termine debido a presiones fiscales como el aumento de los déficits federales, y han sugerido que los legisladores tendrán que «revaluar» todo el presupuesto federal, incluidas las asignaciones de defensa.
Pero se espera que la NDAA de este año siga un acuerdo presupuestario de dos años aprobado por el Congreso en 2019 que fija el presupuesto de defensa del año fiscal 2021 en alrededor de 740 000 millones de dólares. La NDAA del año pasado fue de unos 738 000 millones de dólares.
Y mientras los progresistas argumentan que la pandemia debería incitar a Estados Unidos a revaluar sus prioridades y gastar menos en defensa y más en áreas como la salud pública, los halcones de la defensa argumentan que las «amenazas a la seguridad» que impulsaron el gasto en el Departamento de Defensa antes de la pandemia no han cambiado, agregó The Hill.