El experto Alastair Harry, de esa institución educacional, investigó a 53 poblaciones de escuálidos y rayas después que descubriera que un tiburón toro (Carcharias taurus) puede vivir hasta los cuarenta años, precisa el comunicado.
Hasta el momento la edad de esos animales era medida contando los anillos en sus vértebras, inyectando marcadores fluorescentes a los ya etiquetados, o calculando el carbón acumulado en ellos procedente de pruebas atmosféricas de las armas nucleares usadas en la década de 1950.
Harry argumentó que al parecer las imprecisiones en los cálculos de la edad, ocurren debido a que el crecimiento de los anillos cesa, y también porque éstos son poco fiables cuando el tiburón supera cierto tamaño y edad.
Esos estudios en animales que en numerosas ocasiones quedan atrapados en redes de pesca, es fundamental para la gestión de recursos marinos e investigaciones fundamentadas en líneas de tiempo.