Las investigaciones desarrolladas en áreas agrícolas vulnerables a la sequía en municipios de Granma, constituyen el principal punto de partida para encausar acciones y paliar los efectos de esta anomalía climatológica.
Yanet Sam, especialista en gestión ambiental del Citma en esta sur oriental provincia, comentó la valía de este tipo de estudios al determinar las zonas geográficas con mayores afectaciones a los eventos de sequía, y en los cuales muchas veces concurre la sequía meteorológica, agrícola e hidráulica.
“Estos estudios permiten evaluar las vulnerabilidades y el riesgo de cada una de estas áreas, y hacer extensiva esta información al Consejo de defensa, de manera que puedan evaluar las vulnerabilidades y las posibles medidas para minimizar los efectos de este fenómeno”, destacó Yanet Sam.
A decir de la especialista, el Programa Mundial de Alimentos, (PMA) con apoyo del Proyecto Fortalecimiento a la seguridad alimentaria evaluó en los municipios de Río Cauto, Jiguaní y Pilón cómo la sequía pueden afectar cultivos, aguas, ganadería e industrias procesadoras de alimentos con incidencias en la seguridad alimentaria.
“Se determinó que estos territorios son altamente sensibles, por tanto los estudios arrojados se socializaron con la agricultura, en aras de lograr desde este sector, la prevención yla adopción de medidas que garanticen la produccion de alimentos y la seguridad alimentaria”, precisó Sam.
Aparejado a este accionar, la dirección municipal de la agricultura efectúa capacitaciones a los campesinos sobre los términos de riesgo, vulnerabilidades y qué deben trabajar para mitigar el impacto de la sequía.
Este proyecto de Seguridad Alimentaria, respaldado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) para los 22 municipios de Cuba con mayores afectaciones por la sequía, desarrolló ensayos pilotos mediante la labor conjunta de distintas entidades cubanas.
En la búsqueda de alternativas sustentables y de cultivos más resistentes a esta situación climática resalta también el Proyecto 2 del Programa Asociación País (CPP OP-15), financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM- GEF), en apoyo a la implementación del Programa Nacional de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que reduce la degradación de las tierras en áreas de la provincia.
El marzo más seco en Cuba desde el año 1961 se manifestó en este 2020, dados los acumulados de lluvias notablemente inferiores a los niveles históricos.
Toda el área del archipiélago cubano padeció sequía, el 23 por ciento experimentó una sequía extrema, el 41 moderada y el 24 sequía débil.