Pronto se unirán otros países para que se pueda estar en alerta de los riesgos dondequiera que estemos, comentó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Entretanto, Bélgica cerró este lunes cafeterías y restaurantes como parte de restricciones que durarán por lo menos un mes ante la duplicación de los casos en un mes.
Como parte de las acciones, las autoridades belgas dispusieron un toque de queda desde cada medianoche hasta las 05:00, hora local. El país reportó 222 mil casos y más de 10 mil muertos.
Otra de las naciones con repuntes de la dolencia es Alemania que tuvo la víspera más de cuatro mil 300 casos, una cifra ligeramente inferior a su récord del sábado pasado (siete mil 830 contagiados).
La canciller federal alemana, Angela Merkel, recomendó a los ciudadanos quedarse en casa.
En tanto, el Gobierno austriaco anunció una serie de restricciones aunque menores a las tomadas por Bélgica. Austria es de los países europeos con mejores números durante la pandemia (64 mil enfermos y unos 900 fallecidos).
La llamada segunda ola de la Covid-19 en Europa dejó unas ocho mil muertes solo la semana pasada.
Suiza, menos afectada por la primera ola, se enfrenta a un alza exponencial de casos, por lo que anunció el uso de mascarillas de forma obligatoria en lugares públicos cerrados, aeropuertos y transportes públicos, además de recomendar el teletrabajo y se restringieron las reuniones a no más de 15 personas.
República Checa, con el mayor índice de contagios y muertes por cada 100 mil habitantes, construyó un hospital de campaña de 500 camas a las afueras de Praga.
Sin embargo, miles de personas se manifestaron en contra de las restricciones y del uso obligatorio de mascarillas. Las autoridades reportaron 25 policías heridos y no hablaron de detenciones.