Evitar desde la conciencia

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Por Roberto Mesa Matos | 7 septiembre, 2019 |
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Archivo FOTO/ Luis Carlos Palacios

La angustia se reflejaba en sus rostros. La pareja traspasó las puertas del Cuerpo de guardia, del Hospital  Celia Sánchez Manduley, de manzanillo, averiguando, quizás, por su hijo, sobrino… no pregunté.

Indagaba sobre el estado de salud de las víctimas, luego del accidente de la tarde del martes, en Los Portos, de Niquero, cuando un desperfecto técnico en el “enganche” de la carreta de un tractor causó más de 20 lesionados y una fallecida.

El doctor Agustín de la Torre Reyes, director general de la institución médica, aseveró que en esas situaciones no pueden desesperarse.

“Siempre nos conmueve, pero es nuestro trabajo: los recepcionamos y clasificamos de acuerdo con los criterios de los cirujanos, para definir la conducta y tratamientos e informamos a los familiares”.

En menos de una semana, y por segunda vez, se ponía a prueba la destreza, preparación y la profesionalidad de los especialistas del Celia Sánchez ante un accidente masivo de tránsito: la anterior sucedió en Coboa, Yara, al impactar un motor y un camión, con el triste saldo de dos muertos.

Más allá de lo descrito, punza el luto de las familias, porque el dolor ajeno en Cuba se siente como propio al ser la solidaridad modo innato de los nacidos aquí.

Con los fatídicos efectos de ambos hechos, Granma contabiliza de julio hasta la actual semana 50 accidentes de tránsito, con 10 fallecidos y más de 60 lesionados. ¡Casi un suceso por día!

Los bombillos rojos prenden la alarma, pues nada debe empañar el abrazo maternal esperado con ansias o la sonrisa de los niños al llegar a casa.

La mayor parte de las carreteras no tienen buenas condiciones, pero es mejor “perder un minuto en la vida, que la vida en un minuto” y hasta el dinero, porque en la cuota de responsabilidad la transportación masiva de pasajeros lleva un peso preponderante con choferes temerarios al volante.

Aunque sea repetitivo: desatender el control y dirección del vehículo, el adelantamiento indebido y el exceso de velocidad, son los principales orígenes de los hechos, sin descartar los animales sueltos en las vías y las deficiencias de estas.

Los accidentes del tránsito se evitan desde la conciencia y la responsabilidad colectiva, de interiorizar que la vida, maravilloso regalo, es el bien más preciado y nadie tiene el derecho de ponerla en riesgo.

Disciplina vial, incrementar los chequeos y controles en las carreteras y que quienes apliquen las disposiciones sean más enérgicos y exigentes con las medidas punitivas y de retiro de licencias a los infractores contribuirán a que disminuyan las escenas descritas.

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  1. La falta de una legislación más drástica para estos casos se cobra la vida de infinidad de personas, es muy típico ver en las calles a agentes del orden incluidos ciclistas y patrulleros mirar hacia el cielo para no aplicar una multa o llamar la atención tanto a conductores como peatones, está es la triste realidad que estamos viviendo, y lo más importante a justificar lo mal hecho eso es la prioridad.

  2. El 6 de Octubre de 2009 cuando el del tren el Celia enorgullecía. Digo esto porque en medio del dolor fue hermosa la actitud de trabajadores, pernoctantes (internos) y vecindad.
    Del estado de las vías un forista decía: Cuando las arreglen aumentarán las otras causas accidentalísticas. O sea, la persona no es partidaria de carreteras transitables; es como para espetarle estúpido en su cara.