Granma, sin dudas, puede estar entre las provincias cubanas con mayores condiciones para responder al nuevo reto planteado esta semana por el Presidente del país, Miguel Díaz Canel Bermúdez, de producir más y de otras maneras, con otras técnicas y tecnologías que nos permitan resistir y pasar esta etapa.

La convocatoria, ha sido dirigida fundamentalmente al sector agropecuario, a obligada dinamización para garantizar comida, en medio de una pandemia que ha desestabilizado todo el andamiaje económico dentro y fuera del territorio nacional.

Cuando se habla de otras maneras, se nos ocurre pensar en ese arsenal investigativo que esta provincia tiene en manos de sus instituciones científicas vinculadas a la agricultura, y que todos sabemos no hemos sido capaces de aprovechar durante años en su justa dimensión.

Granma es tesorera de cientos de estudios con la mirada puesta en la tierra, en cómo hacerla producir más, y este es otro buen momento para desempolvar y validar esas alternativas, loables soluciones que apoyen la estrategia territorial en pos de la soberanía alimentaria.

Hay muchos caminos por andar en ese sentido, variantes productivas que un día dieron sus frutos, luego se perdieron y aún no se retoman totalmente, como los módulos pecuarios y autoabastecimientos de entidades productivas, por recordar solo dos.

En fin, puede lo anterior sostener este nuevo propósito nacional, planteado esta semana por el mandatario cubano en encuentro de trabajo con expertos y científicos de diferentes ramas, así como representantes de varias instituciones, y en el cual se propusieron medidas encaminadas a reanimar el sector agropecuario.

“Todo lo que estimule la producción, elimine trabas y beneficie al productor, es favorable”, afirmó Díaz-Canel, quien agregó que, “la decisión que se aleje de esos tres principios no tiene sentido”.

Más adelante precisó que el propósito esencial es resolver el problema de la producción de alimentos en Cuba; el cómo y también qué es posible hacer en las actuales circunstancias, dijo, son retos cuya solución define el éxito, pues nada de lo que se plantee hacer puede estar alejado de la verdadera situación que tiene el país.

El arsenal científico granmense tiene múltiples estudios que precisamente nacieron en otros momentos tan complejos como este, y que constituyen mecanismos para la optimización de recursos, y que redunden en mayor número de producciones. Es definitivamente hora de revisarlas.

El objetivo esencial planteado es cómo tener un plan concreto que conduzca a una transformación profunda en el sistema de la agricultura cubana y finalmente lleve a esa soberanía alimentaria que tanto hemos defendido Granma, sin dudas, está en condiciones, de responder por mucho a ese gran reto.