Bagdad-. La explosión de un carro bomba provocó hoy 37 muertos y al menos 54 heridos en un mercado de Ciudad Sadr, un distrito predominantemente chiita del norte de esta capital, informaron fuentes médicas y policiales iraquíes.
Un portavoz de las fuerzas de seguridad señaló que la deflagración del vehículo cargado de explosivos ocurrió a primera hora de este miércoles cuando muchas personas se dirigían a sus trabajos y otras acudían a hacer compras en el mercado popular de esa parte de Bagdad.
El atentado, ya reivindicado por el grupo fundamentalista sunita Estado Islámico (EI), tuvo como blanco a milicianos chiitas que apoyan a fuerzas gubernamentales en la lucha contra esa organización terrorista.
Los voluntarios chiitas agrupados en la Movilización Popular constituyen uno de los pilares fundamentales del Ejército y las fuerzas federales de seguridad en el enfrentamiento a los extremistas, junto con miembros de tribus sunnitas moderadas y combatientes kurdos Pesshmerga.
Para los takfiristas (terroristas islámicos sunnitas) del Daesh, como también se conoce en árabe al EI, los chiitas son herejes y apóstatas, de ahí que los consideren blancos prioritarios, aunque en el ataque de hoy la mayoría de víctimas correspondió a mujeres y niños, aseguraron varios testigos.
Voceros de hospitales aledaños a Ciudad Sadr manejaron inicialmente la cifra de 12 fallecidos y al menos 35 lesionados, pero horas después situaron el número de víctimas en 37 decesos y al menos 54 heridos, según refirieron canales televisivos estatales.
Dada la gravedad de varios heridos, se prevé que aumente el número de muertos en las próximas horas, añadieron distintas fuentes que, además, reportaron daños considerables a edificios y vehículos aledaños al lugar de la explosión.
El canal televisivo Al-Sumaria recordó que en febrero de este año perdieron la vida al menos 70 personas en un doble atentado con bombas en otro concurrido mercado de Ciudad Sadr, hecho que se consideró el más sangriento y mortífero de su tipo de los últimos meses.
Las tropas afines a Bagdad han recuperado parte del territorio del norte y oeste de Iraq que estuvo en poder del Daesh desde la ofensiva de junio de 2014, aunque al gobierno le resulta muy difícil impedir frecuentes atentados con bombas en el país y, sobre todo, en Bagdad.