Manzanillo-.  La sensibilidad de María Piquera Sánchez habita entre los rastros de pinceles y colores que conforman la exposición personal a disposición de manzanilleros y manzanilleras desde este martes en el salón de la Oficina de Monumentos y Centros Históricos pertenecientes al Patrimonio cultural en el territorio.

En las siete piezas, donde el acrílico imprime belleza a la tela y la cartulina desde la inspiración y habilidad de la artista, se descubre a una pintora escondida en otros quehaceres del ámbito cultural.

Maruja, como todos la conocen, vierte en obras como Inocencia, Paisaje, su fascinación por un elemento de la naturaleza que distingue a la ciudad del Golfo del Guacanayabo, el mar.

“Vivo a unos metros del mar, y siempre desde pequeña me ha causado impresión. De él nacimos y le debemos la mayor parte de nuestras vidas”, refiere al hablar de este motivo de su creación, al que incorpora el cielo, “porque tiene mucho que ver con el mar”.

Sus paisajes reflejan las olas de un gigante azul entre las cuales se pierde el espectador al sentir la brisa salir de los cuadros.

María Piquera, profesional del mundo artístico local, es reconocida por su desempeño en la Casa de Cultura municipal desde la artesanía, la formación de niños, jóvenes, adultos, a través de sus talleres, y el movimiento del trabajo manual fortalecido desde el proyecto sociocultural comunitario Cuenta conmigo, en formato abierto.