“Fidel nos dijo una vez: El médico cubano no necesita saber idiomas para tener comunicación y prestar sus servicios en cualquier país – afirma la Doctora – en los primeros años de la colaboración en África no tenían preparación idiomática, pero se lograron insertar en aquellas poblaciones de tal manera que hasta aprendieron sus dialectos.
“Nos movía la convicción de cumplir con la tarea encomendada por nuestro Líder y, sobre todo, ayudar a aquellas personas” eso refleja la Doctora María Elena Marrero Aguilar, Vicedirectora General de la Dirección provincial de Salud Pública en Granma, quien lleva más de 15 años brindando su ayuda solidaria al mundo, y es un ejemplo de mujer.
Esa dama de tez blanca y rizos radiantes, cuenta, casi con lágrimas en los ojos, el apoyo del Comandante en Jefe cada vez que salía un grupo de colaboradores para algún país.
Gran previsor de la colaboración
– Cuando en 1962 se hace un llamado para que un grupo de médicos vayan a Argelia por una situación ocurrida allí, aun con el éxodo de doctores existente en la isla luego de 1959, Fidel no dudó en designar una brigada integrada por 55 de nosotros para brindar ayuda y dijo: “hoy serán 55 pero dentro de unos años podrán ser muchos más”; predicción cumplida en estos tiempos, pues nuestra colaboración médica se ha extendido por todo el mundo, tenemos presencia de personal capacitado en 76 países.
Una alternativa para ellos
-El pueblo de esos países agradecía la atención brindada y con ello aumentaba su demanda a Cuba, algo sorprendente para Fidel, a raíz de ello crea en 1999 la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) donde se ha formado cientos de jóvenes de África, Asia y Centroamérica; quienes al llegar a su país van con la misma ideología y ansían implantar los programas que existen aquí, intentos fallidos les vienen en avalanchas, porque no hay cabida para estos en una medicina privada, donde incluso el sector público también cobra.
Solidaridad antes que barbarie
-El paso del huracán Katrina fue catastrófico para la población pobre de los EE.UU., la gran potencia del mundo careció, en esos momentos, de médicos que les prestaran asistencia a esas personas, por ello Fidel constituye la brigada Henry Reeve. La ayuda desinteresada brindada por el gobierno fue rechazada por el imperialismo, quien no aceptó a profesionales formados con la Revolución, pero aun así continuábamos preparándonos en la ELAM. Durante esta etapa ocurre el terremoto en Pakistán y las fuertes lluvias en Guatemala, inmediatamente el Comandante envió galenos para estos países.
Confianza, ante todo
– Fidel estaba convencido de la función que desempeñaría esa brigada en cualquier parte del mundo, porque los especialistas formados aquí partían con el precepto de defender el valor humano por encima del material.
“Esta vocación humanitaria y solidaria ha conseguido el cariño y agradecimiento de un país entero, no con regalos, sino con palabras de cariño. Hace 15 años estuve en Mali y todavía recibo llamadas de mis pacientes preguntándome ¿cuándo regreso?, ¿en qué momento va a reabrir la colaboración que cerró como consecuencia de una guerra civil que hubo allí?, ellos nos añoran y confían en nosotros”.
¿Qué significa Fidel para la colaboración médica cubana?
– Fidel es nuestro paradigma, nuestro reflejo, nuestra inspiración de continuidad para seguir adelante, al hacer algo pensamos en no defraudarlo nunca, ni al él ni al pueblo de Cuba, sabedor de que estamos cumpliendo con una tarea. Cada una de sus ideas están presentes en estos días y cada galeno dirigido hacia cualquier sitio del planeta va con esos pensamientos, con esas ideas previstas por él: esto lo hemos visto en la llegada de los médicos de Ecuador y Bolivia con fervor patriótico y revolucionario, siempre dejando en alto el nombre del Comandante.
La medicina cubana no es mercantilista
– Los médicos cubanos hacen historia por donde pasan, quienes valoran el desempeño y sufren la retirada de la brigada es la clase más pobre. Cuando usted llega a un país capitalista si el paciente no tiene recursos no lo atienden; al tratar a alguien intentan sacarle la mayor cantidad de dinero con chequeos que, en la mayor parte de los casos, no necesitan, porque todo es un negocio y el médico, la enfermera y el farmacéutico son un consorcio, sin embargo, el cubano siempre se las ingenia para atender a ese paciente, por eso es que ganamos tanto con la población, no con el sector de la clase rica.
El Apóstol expresó:
“La dignidad es como la esponja, se le oprime, pero conserva siempre su forma, porque la dignidad nunca muere”, y así son nuestros médicos, fieles a las ideas de Fidel Castro y así también es la doctora María Elena que seguirá defendiendo las conquistas de esta Revolución desde su propia trinchera: el combate diario.
felicidades mi amiga….besitos Moises
Eso es verdad los trabajadores de la salud están presto a servir en cualquier lugar del mundo y a la hora q sea necesario. Nos caracterizan valores inculcados que solo son capaces de mantener un país libre, independiente, patriótico, humano e internacionalistas como Cuba.