La XXVII Edición del espacio teórico Crisol de la nacional cubana, rendirá tributo en esta Fiesta de la cubanía 2019, a la poetisa bayamesa María Luisa Milanés en el centenario de su desaparición física.
A este tributo se suma la Biblioteca provincial 1868 y la Sociedad cultural José Martí, quienes desarrollarán el 19 de octubre un panel sobre la vida y obra de esta adelantada mujer, autora del primer manifiesto feminista que se conoce en Cuba; mientras la Guerrilla de Teatreros le rendirá honores con la pieza Olimpia.
La Fiesta de la cubanía, como es tradicional tendrá lugar del 17 al 20 de octubre en Bayamo quien acoge por esos días los espacios fijos Crisol de la Nacionalidad Cubana, el Son con Tres, el Señor de la Música Molida, la feria Bayart, las Cien Toneladas de Salsa y el Teatrón.
María Luisa Milanés vivió apenas 26 años, pero le bastaron para marcar con su impronta, no sólo las letras de su tiempo, sino, de forma muy particular, introducir el tema de género en los que serían, de unos años acá, los actuales estudios sobre el tema.
Hija de la maestra María de la Luz García Lorente y del venerable General Luis A. Milanés Tamayo, María Luisa Milanés se trasladó en 1895 con los suyos a Bayamo después de que el padre se incorporara a la Guerra de Independencia; terminada la lucha, la familia Milanés-García se mudó para Manzanillo.
Después de casi ocho años de infeliz matrimonio y fracasos, quiso irse a México, cambiar de aire y buscar mayores oportunidades para su creación literaria, pero no recibió de su padre el apoyo que esperaba con un hilo de esperanza, y atormentada de incomprensiones, el 9 de octubre de 1919 se hizo un disparo, falleciendo tres días después.
Sus restos descansan en la Necrópolis de Bayamo, y en su sobria tumba hay una lápida sin cruz, como ella quería, pues según su propia confesión: “una muy grande arrastré en mi vida”.
María Luisa Milanés no dejó libro publicado; su obra poética fundamental apareció en Orto, que al año siguiente de su muerte dio a conocer un número homenaje a su memoria, correspondiente al 2 de mayo de 192.
Diez años después, la publicación le dedicaría un número especial en el que se encuentra casi toda la poesía salvada de la destrucción de la propia autora.
Me agrada mucho esta noticia, mujer q em vida fue olvidada y llevó azarosa vida pero ai hubiesen dicho “Liana de Lux” el trabajo hubiera quedado más bonito y completo. Saludos
Los restos de María Luisa, estuvieron enterrados en Santiago de Cuba, luego en la década del ochenta fueron trasladados a Bayamo y es aqui donde están, allí tiene la piedra blanca como era su voluntad con una tarja que recoge: Quiero una piedra blanca y no pulida
sobre la tierra que mis huesos cubra,
Sin cruz, que una muy grande arrastré en mi vida.
No quiero que ninguno se descubra
Al detenerse ante la tumba oscura
De quien murió de angustias y amargura.
Ni un nombre, ni una fecha, ni unas flores
Quiero sobre la piedra, ni oraciones
Ni llantos, ni recuerdos; mis amores
Que olviden, y también mis aflicciones,
Los que en vida vieron en voltario
Giro mis pasos por la senda umbría.
¡Silencio y paz para la tumba mía!
¡Por lo menos allí ni un comentario!