La Atención Primaria de Salud (APS), eslabón esencial del Sistema de Salud cubano, se ha fortalecido sustancialmente en la oriental provincia de Granma, transcurridos seis años de un intenso proceso reorganizativo.
Lograr el efectivo ordenamiento del trabajo y la materialización de la atención preventiva y familiar, ante el cumplimiento de misiones internacionalistas de médicos y enfermeras de la familia, resultó el origen de la introducción de los cambios estructurales.
En la actual etapa se garantiza que toda la estructura conformada funcione según lo orientado, buscando sobre todo satisfacer las necesidades de atención médica y paramédica en los consultorios disponibles, que suman 895.
Los conceptos, objetivos y estrategias de trabajo del médico y de la enfermera de la familia constituyen la respuesta necesaria en cuanto a la atención en equipo con un profundo enfoque profiláctico, social e integral en el análisis de los problemas de salud y en estrecha vinculación con la comunidad.
En Bayamo, por ejemplo, capital de Granma, las más de 200 instalaciones insertadas en esa nueva estructura, están vinculadas directamente como mecanismo rector, a los cinco policlínicos universitarios con que cuenta el municipio.
El Programa del médico y la enfermera de la familia en Granma, muestra sustanciales avances en sus principales indicadores, aseveración sustentada por ejemplo por la tasa de mortalidad infantil lograda en 2015, de 3,8 fallecidos menores de un año por cada mil nacidos vivos.
Puede asegurarse que el Programa va por buen camino, aún cuando en muchos casos falta actitud del hombre para enfrentar problemas comunitarios.